
El año 2009 toca a su fin. Todos los fines de año, hay costumbres que se repiten puntualmente y que esta vez, lamentablemente, tampoco faltarán, como las retransmisiones televisivas de las campanadas, los programas joseluismorenescos, los cotillones con baile de conga con corbata anudada en la frente, etc.
Otra tradición, menos perjudicial para la salud, es el hacer balance de lo ocurrido en los 365 días anteriores. Así que, ya que no voy a cumplir ni con las congas ni viendo a Raphael cantar el tamborilero, he decidido hacer mi propio resumen musical del año, con una particular entrega de premios a lo que considero más destacado de aquellos espectáculos que he podido presenciar en directo durante 2009.
Así que, por votación unánime del jurado de los Atticus Awards 2009, compuesto por el autor de este blog reunido consigo mismo y su circunstancia, los premios otorgados son los siguientes:
Helga de Oro a la mejor dirección musical:
En esta categoría quizás el premio se vea lastrado por mi imposibilidad de asistir a ninguna de las funciones de la “Turandot” que dirigió Lorin Maazel en Les Arts en abril, y porque el “Parsifal”, dirigido también por Maazel en el mismo recinto, tuvo lugar en 2008. Así que ajustándome escrupulosamente a las normas que yo mismo me he autoimpuesto, voy a conceder la Helga de Oro en este apartado a Antonio Pappano por su magistral dirección, llena de profundidad y matices, de “Il Barbiere di Siviglia” rossiniano en el ROH londinense el pasado mes de julio.
Helga de Oro al mejor Coro:
Sin duda alguna, el premio va a parar al Cor de la Generalitat Valenciana, por todas y cada una de las intervenciones que ha tenido este año, con referencia especial al magnífico desempeño demostrado en la exigente partitura de “Les Troyens”.
Helga de Oro a la mejor Orquesta:
Tampoco he tenido que pensar mucho. La dorada Helga es para la Orquestra de la Comunitat Valenciana, que nos sigue sorprendiendo favorablemente función tras función, y que ha alcanzado unos niveles de excelencia que la colocan en el primer rango internacional.
Helga de Oro a la mejor dirección artística:
Si el premio fuese para la peor labor en este apartado, el galardón habría estado reñidísimo, pero si tengo que destacar una puesta en escena que me haya convencido plenamente, aportando originalidad, respeto a la obra e inteligencia en la propuesta, me inclino por conceder la Helga de Oro al italiano Damiano Michieletto y su sensacional dirección artística concebida para “La Scala di Seta” de Rossini.
Helga de Oro al mejor intérprete individual:
En este apartado es en el que ha habido más dudas, ya que he tenido la suerte de escuchar en directo a artistas de talla indiscutible (y a algunos conocerlos personalmente) como Plácido Domingo, Waltraud Meier, Piotr Beczala, Juan Diego Flórez, Joyce Di Donato, Renée Fleming, Elina Garanca o mi admiradísima Eva Maria Westbroek a quien hasta el último momento he estado dudando si le adjudicaba el premio por la maravillosa Sieglinde que nos ofreció en “Die Walküre” en junio en Les Arts. Pero, finalmente, he decidido que la Helga de Oro vaya a parar a la sueca Nina Stemme por la interpretación que hizo de Isolde en el "Tristan und Isolde" de Wagner que pude escuchar en Londres el pasado mes de octubre, donde demostró que es la nueva cantante de referencia de este papel, consiguiendo elevar los niveles de emoción del público a cotas altísimas.
Helga de Oro al mejor espectáculo del año:
Habiendo disfrutado tanto como lo hice este mes de junio en Les Arts, creo que es de justicia que esta Helguita vaya a parar al “Der Ring des Nibelungen” wagneriano que se ofreció completo en Les Arts en el II Festival del Mediterrani, con la puesta en escena de Carlus Padrissa y La Fura dels Baus, dirección musical de Zubin Mehta al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana y un elenco de cantantes homogéneo, que ofreció un inmejorable rendimiento y que estuvo muy por encima de lo que pudimos escuchar en Bayreuth este verano.
Bueno, pues hasta aquí mis particulares chorra-galardones. Para poner el broche musical a los mismos, he decidido que sea con un video de la premiada Nina Stemme, en esta ocasión cantando la escena final de "Salomé" de Richard Strauss, en la abominable producción que se pudo ver este año en el Liceu barcelonés:
video de LiceuOperaBarcelona
Y como punto final a este 2009, con mis mejores deseos para todos vosotros para el próximo año, os dejo con uno de mis finales operísticos favoritos, el trío final de “Der Rosenkavalier”, también de Richard Strauss, en la interpretación de Anne Sophie von Otter (Octavian), Barbara Bonney (Sophie), y Felicity Lott (Marschallin):
video de rwprof