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miércoles, 6 de abril de 2011

"ANNA BOLENA" (Gaetano Donizetti) - Wiener Staatsoper - 05/04/11


Ayer pudimos asistir a distancia a un acontecimiento operístico de indudable interés, gracias a la retransmisión en directo en salas de cine, desde la Wiener Staatsoper, de la ópera de Donizetti “Anna Bolena”, cuyo mayor aliciente residía en el debut de la soprano rusa Anna Netrebko en este papel emblemático del bel canto, estando acompañada de un elenco no menos interesante en el que destacaban Elina Garanca como Giovanna Seymour y Francesco Meli en el rol de Lord Percy.

Para este debut se ha optado por una nueva producción que ha contado con la dirección escénica de Eric Génovèse y dirección musical de Evelino Pidò al frente de la Orquesta Filármonica de Viena y el Coro de la Wiener Staatsoper.

Para comenzar diré que, aunque no todo saliese lo redondo que siempre se espera, se pudo disfrutar de una noche de ópera estupenda. Bueno, lo de disfrutar es un decir, porque gracias a la pésima retransmisión que sufrimos, al menos en los cines Kinepolis de Valencia, durante casi un tercio del primer acto estuvimos acompañados por un chisporroteo sonoro que fue ganando en intensidad, hasta convertir a Netrebko en la niña del exorcista y a Meli en Darth Vader. Y, cuando el tema se medio solucionó, parece que debió ser a costa de cerrar uno de los canales de sonido, con lo que de ahí hasta el final de la obra, aunque la niña del exorcista se fuese a dormir, la calidad del audio no acabó de ser todo lo buena que hubiera sido deseable.

Comenzando por lo menos importante y más fallido de la noche, debo manifestar que la dirección escénica de Génovèse me pareció muy desafortunada. La falta de originalidad de la propuesta es apabullante. Es verdad que cuenta con un vestuario vistoso de Luisa Spinatelli, una iluminación sobria y efectiva, a ratos, de Bertrand Couderc y la puesta en escena rezuma un clasicismo a prueba de bomba. Pero todo esto se queda en puramente anecdótico ante la incapacidad del regista para aportar nada nuevo.

No estoy pidiendo tampoco majaderías al uso como sacar a Enrique VIII en calzoncillos paqueteros o mostrar a una Bolena yonki y adicta al bingo. Se podría compatibilizar una escenografía y ambientación clásicas, con una dirección de actores donde se consiga, o al menos se intente, dibujar unos personajes con una coherencia mínima y con unos movimientos escénicos trabajados y dramáticamente sólidos que constituyan un vehículo narrativo adecuado al discurso musical.

En el caso de Génovèse, el resultado obtenido no superaría el ensayo general de una función de Navidad de Pre-escolar. Es una auténtica lástima que la belleza visual que por momentos podría presentar la propuesta, pese a la escenografía oscura e impersonal de Jacques Gabel y Claire Sternberg, se quede simplemente en eso, en apariencia exterior, porque el interior es más hueco que el cráneo de Génovèse y el producto final resulta inánime.

La dirección de actores es nula. Los cantantes salen a escena y sólo su mejor o peor saber hacer les guía su comportamiento. Las apariciones del Coro se llevan la palma, pues irrumpen en el escenario y permanecen cantando estáticos, como si aquello fuera la Granja de los Click. Así que la sensación que se le queda a uno es la de haber asistido a una versión en concierto con disfraces. Es una auténtica pena que habiendo reunido un equipo de cantantes tan destacable y que se desenvuelven tan bien en el plano actoral, no se haya contado con una dirección escénica medianamente decente que pudiese haber engrandecido el espectáculo global. Tendremos que esperar a Septiembre para ver si David McVicar hace un trabajito mejor para la “Anna Bolena” que abrirá la próxima temporada del MET neoyorquino con la misma pareja protagonista de ayer.

En el apartado musical, afortunadamente, las cosas fueron bastante mejor. La dirección del italiano Evelino Pidò tampoco es que fuese para tirar cohetes, pero se mantuvo en un nivel muy aceptable. Por momentos hubo cierto apresuramiento en los tempi que se combinaba con pasajes demasiado lentos, posiblemente para favorecer a los cantantes. Pecó de un exceso de volúmenes, o esa es la impresión que me dio en el cine, y se observó algún despiste en las entradas de los metales. Por lo demás, no fue la suya una lectura que deje poso de genialidad, pero tampoco entorpeció el nivel vocal que hubo sobre el escenario, aunque también es verdad que contó para ello con la inestimable ayuda de un conjunto orquestal de primera magnitud como la Filarmónica de Viena, que es casi imposible que suene mal, por limitado que sea el batutero de turno.

El Coro femenino mostró mejor empaste que el masculino, donde se apreciaron demasiados desajustes, y la incompetencia de la dirección escénica tampoco favoreció precisamente su lucimiento.

Pero lo realmente importante de la noche fueron las voces solistas que se escucharon, con un trío protagonista que, al menos en lo que a mí concierne, lograron hacer brotar la emoción y que valiera la pena el viaje y los ruidos padecidos.

La mayor expectación se centraba en asistir al debut del rol principal por Anna Netrebko. Yo soy de los que mantiene que las mejores prestaciones de esta cantante se encuentran en otros repertorios y que el bel canto no es su territorio idóneo. La coloratura siempre suele ser uno de sus puntos débiles mostrando cierto atropellamiento. También su control de la respiración impide un resultado más redondo y ajustado en estilo, afeando la línea de canto, pero aún así el resultado final en un papel tan complicado, que hay que recordar que está debutando, a mí me pareció muy positivo, con todas las peculiaridades que se quieran, y desde luego mucho mejor de lo que esperaba.

Mostró un fiato aceptable y consiguió ligar algunos momentos bellísimos, con unos filados y pianísimos de ensueño. El sobreagudo con el que finalizó el precioso concertante con el que termina el primer acto fue realmente espectacular. La fuerza arrebatadora y el brío con que interpretó “Coppia Iniqua” y la dulzura y sensibilidad rebosante de matices con las que cinceló “Al dolce guidami” compensan cualquier defecto que se le quiera buscar. Su entrega escénica fue absoluta y la interpretación del personaje irreprochable, dentro de las cortapisas marcadas por Génovèse. En suma, opino que ha sido un fantástico debut.

Elina Garanca, quien estuvo recientemente en Barcelona interpretando este mismo papel de Giovanna Seymour, volvió a maravillar con su portentosa voz. Se mostró segurísima en las agilidades, al tiempo que enhebraba unos agudos espléndidos y unos graves solventes. Únicamente podría hacérsele el reparo, ya habitual, de la frialdad que parece desprender, a lo que contribuye posiblemente esa sensación de facilidad con la que canta, sin aparente esfuerzo, como si estuviera recitando la carta de pinchos del bar. Y luego encima acaba las funciones rodeada de cantantes sudados y despeinados mientras ella reluce como recién salida de maquillaje. Pero esa presunta frialdad poco importa cuando con su instrumento consigue transmitir tantísima belleza y logra tal grado de amplitud y perfección vocal y adecuación estilística. Sin ninguna duda, se ha convertido, hoy por hoy, en la Seymour de referencia.

Francesco Meli es un tenor por el que siento debilidad después de haberle escuchado en Les Arts como Edgardo en “Lucia di Lammermoor”. Llegó un poco justo al aria final y en la zona más aguda mostró cierta tirantez y la voz tendía a abrirse y tremolar en exceso, pero a cambio se marcó durante la noche algunos pianos de escándalo, lució un centro precioso, luminoso y brillante y, sobre todo, consiguió dibujar un fraseo ligado y con intención, bellísimo.

En cuanto al resto del reparto, Ildebrando D’Arcangelo fue el rey Enrico. El papel le viene algo grande al italiano, porque él, aunque se empeñe, no es un auténtico bajo, con lo que en la zona más grave tendía al eructo áfono. Elizabeth Kulmann como Smeton estuvo francamente bien, fraseando con intensidad y con gran entrega escénica (autodidacta, claro). Correcto estuvo Dan Paul Dumitrescu como Rochefort; y muy deficiente me resultó Peter Jelosists como Hervey, pasando tales apuros para cantar cada una de sus frases que juraría que al final defecose.

Al acabar la función, el público que llenaba por completo el teatro tributó una enorme ovación a la pareja femenina y eché en falta un más caluroso premio para Meli que fue menos aplaudido que D’Arcangelo o Kulmann.

Ahora solo queda esperar que los hados se conjuren y se hagan realidad aquellos rumores que circularon en su día sobre que Mortier llevaría a Madrid a Anna Netrebko para cantar “Anna Bolena”... Aunque vista la marcha que lleva el belga…


jueves, 6 de enero de 2011

ENTREGADOS LOS PREMIOS HELGA DE ORO 2010


El pueblo soberano ha dictado sentencia. Las codiciadas estatuillas Helga de Oro de 2010 ya tienen destinatarios, elegidos por votación de los lectores del Blog de Atticus.

Antes de nada, quisiera agradeceros sinceramente vuestra participación, sin la cual todo esto no tendría ningún sentido. He de confesar que el número de votantes ha superado mis expectativas, sobre todo teniendo en cuenta que en estas fechas, marcadas por las fiestas navideñas y todo lo que ello conlleva, las visitas del blog sufren un descenso significativo. Pero, pese a ello, como decía, el nivel de participación ha sido alto, lo cual creo que hace que los resultados obtenidos sean bastante significativos de lo que pueda ser la opinión mayoritaria del público habitual del Palau de les Arts.

Yo me había reservado la opción de desempatar con mi voto en el caso de que tal circunstancia hubiese sido necesaria en alguna de las categorías, pero finalmente no ha hecho falta mi intervención, pese a que en alguno de los casos se ha mantenido una emocionante igualdad hasta el último momento.

Como resumen, se podría decir que la triunfadora de la temporada 2009-2010 en Les Arts ha sido la producción propia del teatro valenciano de la ópera “Salome”, de Richard Strauss, que se pudo ver el pasado mes de junio dentro del III Festival del Mediterrani, que ha obtenido 3 de las 6 Helga de Oro, incluyendo la correspondiente a Mejor Espectáculo. Y un resultado muy positivo ha sido también el alcanzado por “Lucia di Lammermoor” que, de las 3 Helga de Oro a las que optaba, ha logrado 2, las correspondientes a mejor cantante masculino y femenino. Peor le han ido las cosas al programa doble “La Vida Breve”/”Cavalleria Rusticana” que se ha ido de vacío, pese a sus 4 candidaturas.

En una espectacular gala* virtual celebrada esta noche de reyes en el Palau de les Arts, con presencia de la musa de este blog y otros irrelevantes personajes de la vida pública valenciana, se ha procedido a la entrega de premios, a cuyo acto pertenecen algunas de las fotos que ilustran esta entrada. La televisión pública valenciana no retransmitió el evento, ya que el aún President de la Generalitat no podía acudir debido a un empacho de roscón con chocolate, y no quedaba bien que las siete cámaras que le enfocan habitualmente en Les Arts mostrasen su asiento vacío.

Los galardonados han sido:

Helga de Oro a la mejor Dirección Artística: Francisco Negrín por “Salome”.
Curiosamente, la dirección escénica de “Salome” cosechó en su estreno algunos abucheos de un sector del público de Les Arts que consideró la propuesta de Negrín demasiado atrevida o provocadora. Ya en su momento manifesté que me pareció manifiestamente injusta esta reacción y considero el trabajo de Negrín de una enorme calidad, lleno de sentido, innovador sin perder el rumbo y con una dirección de actores muy trabajada y coherente con su lectura. No obstante, mi preferencia personal era la original dirección artística, llena de frescura, que presentó Damiano Michieletto para “La Scala di Seta”, que ha quedado en última posición.
Damiano Michieletto: 9 votos.
Mariusz Trelinski: 11 votos
Giancarlo del Monaco (La Vida Breve): 10 votos
Francisco Negrín: 18 votos


Helga de Oro a la mejor Dirección Musical: Zubin Mehta por “Salome”.
Pese a que el maestro Lorin Maazel optaba por partida doble a la estatuilla en esta categoría, por sus geniales (y muy personales) versiones de “Madama Butterfly” y “Cavalleria Rusticana”, ha sido Zubin Mehta quien finalmente se ha llevado el premio. Eso sí, hasta el último momento han estado muy igualados en las votaciones el director indio y Maazel con su “Cavalleria”, que era claramente mi opción favorita, y el galardón se ha resuelto tan sólo por un voto de diferencia cuando apenas quedaba media hora para cerrar la votación. Ambas fueron excelentes versiones, aunque es cierto que la particular lectura de Maazel de la obra de Mascagni generó en su momento casi tantos odios como amores, mientras que el trabajo más ortodoxo de Mehta, con una dirección magnífica, precisa, fluida y cargada de tensión dramática, en la que se potenciaron especialmente los aspectos más expresionistas de la partitura, obtuvo un unánime reconocimiento.
Valery Gergiev: 1 voto.
Lorin Maazel (Madama Butterfly): 12 votos.
Lorin Maazel (Cavalleria Rusticana): 20 votos.
Zubin Mehta: 21 votos.


Helga de Oro al mejor cantante masculino: Francesco Meli por “Lucia di Lammermoor”.
Aquí sí han coincidido la mayoría de los votantes con mi preferencia. Y es que el Edgardo de Francesco Meli ha sido, a mi juicio, una de las mejores cosas que se han escuchado en este teatro. Su voz clara y bellísima, su musicalidad, elegancia, impecable fraseo y algunos detalles belcantistas de muchísimo gusto, le convertían en claro favorito al premio. Y ello sin desmerecer a sus rivales, especialmente el canto refinado del siempre solvente Albert Dohmen y a un Jorge de León que se desenvolvió, con el verista Turiddu, como pez en el agua.
Francesco Meli: 24 votos.
Jorge de León: 11 votos.
Albert Dohmen: 13 votos.
Marcelo Álvarez: 3 votos.


Helga de Oro a la mejor cantante femenina: Nino Machaidze por “Lucia di Lammermoor”.
Esta ha sido la categoría en la que se ha producido una mayor participación. Comenzaron las votaciones con una gran igualdad entre las cantantes propuestas, pero en el último tramo se destacó claramente la ganadora. Si a mera excelencia canora nos refiriésemos, creo que muchos coincidiríamos en que el premio debía haber sido para Elina Garanca, pero la frialdad de su Carmen creo que ha jugado en su contra. Nylund y Barcellona eran también dos estupendas candidatas al galardón, pero finalmente fue Machaidze quien lo conquistó con un 42% de los votos. No hay duda de que la soprano georgiana fue una magnífica Lucía, moviéndose con precisión en la zona aguda y en las coloraturas, luciendo dominio de la técnica, matizando con sensibilidad y mostrando gran intensidad dramática, logrando un éxito incuestionable, pese a la cierta decepción que supuso que eludiese los sobreagudos habituales (no escritos).
Daniela Barcellona: 9 votos.
Nino Machaidze: 24 votos.
Camilla Nylund: 12 votos.
Elina Garanca: 16 votos.


Helga de Oro al cantante revelación: Oksana Dyka por “Madama Butterfly”.
La soprano ucraniana sorprendió a muchos con una sensacional Butterfly, a la que quizás le faltase un punto de lirismo y una mayor capacidad de matización, pero que con su sobrado volumen, sus potentes agudos y un último acto antológico, conquistó al público de Les Arts. Lamento los pocos votos que ha cosechado Nicolai Schukoff, una estupenda voz, consistente y brillante, de timbre bellísimo, que, si no se gafa, está llamada a protagonizar importantes papeles del repertorio alemán. Me alegra el buen resultado obtenido por Dolores Lahuerta que, en mi caso particular, fue mi mayor revelación de la temporada. Y pienso que la excelente Micaela de Marina Rebeka merecía una mejor clasificación.
Dolores Lahuerta: 18 votos.
Oksana Dyka: 25 votos.
Nicolai Schukoff: 5 votos.
Marina Rebeka: 12 votos.


Helga de Oro al mejor espectáculo: “Salome” (Producción del Palau de les Arts).
Este galardón estaba casi cantado (permítaseme el involuntario chiste). Ya su candidatura en las seis categorías en que se entregaban Helgas de Oro, indicaba que nos encontramos ante una producción muy equilibrada, donde nada desmereció el conjunto, con un nivel muy alto tanto en la dirección artística como en la musical y con unos destacados solistas. Sus rivales para el premio también nos hicieron pasar muy buenos momentos, pero la dirección musical de “Lucia di Lammermoor”, la artística de “Cavalleria” y los horribles Pinkerton de “Madama Butterfly”, le pusieron el triunfo en bandeja (vaya, otro involuntario chiste) a “Salome”.
Madama Butterfly: 12 votos.
Lucia di Lammermoor: 12 votos.
Cavalleria Rusticana: 6 votos.
Salome: 24 votos.


Helga Abucheadora a lo peor de la temporada: Carlos Saura por “Carmen”.
En un primer momento, mi admirado Vittorio Grigolo pareció que podía dar la sorpresa en este apartado, destacándose en las votaciones gracias a los horrísonos berreos con que nos obsequió en aquella “Traviata”, toda ella de infausto recuerdo, pero pronto se impuso la lógica y la Helga Abucheadora ha ido a parar a quien yo creo que más lo merecía, Carlos Saura y la memez conceptual, paradigma de la caradura, que nos soltó en “Carmen”. Además, el cineasta aragonés tiene el honor de haber sido el candidato que ha obtenido el mayor número de votos (26) y la mayoría más amplia (60%) de todas las categorías.
La Fura dels Baus: 8 votos.
Giancarlo del Monaco (Cavalleria Rusticana): 3 votos.
Vittorio Grigolo: 11 votos.
Carlos Saura: 26 votos.


Pues nada, hasta aquí ha llegado esta edición de los Helga de Oro 2010. Espero que dentro de un año este blog y el Palau de les Arts sigan funcionando y que podamos participar en la elección de lo mejor de la temporada actualmente en curso.

Os agradezco de nuevo vuestra participación, tanto a los habituales visitantes de esta casa, como a aquellos que por primera vez habéis dejado vuestro comentario o participado mediante el voto, y espero contar en adelante con vuestra valiosa opinión en más ocasiones.

Para concluir, os dejo con dos videos donde podemos escuchar a los intérpretes ganadores de la Helga de Oro al mejor cantante de la temporada, Nino Machaidze y Francesco Meli, en sendas grabaciones pertenecientes a la función de “Lucia di Lammermoor” que tuvo lugar en el Palau de les Arts el 26 de enero de 2010.

En primer lugar podemos oír a Machaidze en la cadenza del aria de la locura, extraordinariamente acompañada a la flauta por el solista de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, Álvaro Octavio:



video de MrRobuso

Y aquí tenemos a Francesco Meli en el “Tu che a Dio…” con el que finaliza “Lucia di Lammermoor” y este post de hoy:



video de MrRobuso


(*) Para tiquismiquis y despistados: Por supuesto que, tanto la gala como las fotografías de la misma, son más falsas que la programación oficial que anuncia Les Arts al comienzo de cada temporada, que ya es decir.

domingo, 7 de febrero de 2010

MI SEGUNDA LUCIA, UN TENOR Y UN RUMOR


Ayer asistí a mi segunda “Lucia di Lammermoor” en el Palau de les Arts. En principio no tenía previsto volver a escribir en el blog sobre Lucia, pero tras escuchar de nuevo en directo a Nino Machaidze y Francesco Meli, no he podido resistirme a hacer un breve comentario sobre estos dos jovencísimos y excelentes cantantes, así como trasladaros un rumor que me llegó anoche y que confío que no se confirme.

Todos los que han podido asistir a varias de estas Lucías coinciden en afirmar que Machaidze cada día ha ido sintiéndose más cómoda en el papel, ofreciendo una mayor madurez tanto en lo vocal como en lo interpretativo.
Ayer desde luego me gustó aún más que el pasado día 31 y tuvo algunos momentos de excelente brillantez canora. Siguió eludiendo los sobreagudos no escritos del aria de la locura originando una cierta decepción entre el público que espera esa pirotecnia final, pero en conjunto su actuación fue sobresaliente. En la cadencia del aria de la locura, su conjunción con la flauta del magnífico Álvaro Octavio Díaz logró elevar los niveles de emoción al máximo, consiguiendo incluso imponer el silencio en una sala que ayer estuvo especialmente ruidosa.

Aquí podemos escuchar a Machaidze y Alvaro Octavio en la función del pasado día 26:


video de MrRobuso

En cuanto a Francesco Meli, puse especial atención a su actuación, intentando atisbar ese pasaje de registro problemático, los agudos abiertos, el legato precario, las medias voces sustituidas por falsetes y esa voz que se le iba atrás, tal y como dijo Maurizio en un comentario a mi post anterior.
Bueno, pues yo debo estar sordo o entender de música menos que Leonardo Dantés (lo cual es posible), porque no percibí nada de eso. Meli estuvo impecable. Mostrando una musicalidad y un buen gusto al cantar extraordinarios. En el dúo “Ashton! Si” entre Enrico y Edgardo, con el que se inicia la tercera parte, Meli se marcó un “t'ucciderò” antológico finalizado en un agudo larguísimo, eterno.
Tal y como comentábamos a la salida unos amigos, creo que estamos ante uno de los mejores tenores que han pisado Les Arts. Por eso no entiendo las críticas absolutamente despiadadas que recibe en algunos medios y que me hacen pensar más en celos profesionales que en reparos fundamentados.

A continuación podemos escucharle en el bellísimo “Tu che a Dio…” que cierra la obra:


Video de MrRobuso

Y el rumor que llegó ayer a mis oídos es que Elina Garanca no cantará Carmen” en el Festival del Mediterrani de este año, pese a aparecer anunciada en la programación de Les Arts.
La verdad es que ya casi echábamos de menos el baile de nombres que suele ser habitual en los repartos del recinto valenciano. Se comenta que se trata de un problema de agenda de la cantante letona, lo cual vuelve a abrir el debate acerca de cómo se cierran las contrataciones en “Casa Helga”, pero, en fin, lo dejaremos aquí de momento y confiaremos en que se trate tan sólo de un rumor que no llegue a confirmarse. Y, si se confirma, rezaremos para que no se acuerden de Voulgaridou.

Para acabar os dejo con el famoso sexteto de "Lucia di Lammermoor" “Chi mi frena in tal momento”, con Francesco Meli (Edgardo), Nino Machaidze (Lucia), Vladimir Stoyanov (Enrico), Diógenes Randes (Raimondo), Angelo Antonio Poli (Arturo), Natalia Lunar (Alisa), y la Orquestra de la Comunitat Valenciana dirigida por el marido de Elina Garanca, Karel Mark Chichon:


video de MrRobuso

lunes, 1 de febrero de 2010

"LUCIA DI LAMMERMOOR" (Gaetano Donizetti) - Palau de Les Arts - 31/01/10


Ha tenido que llegar el Palau de les Arts a su cuarta temporada para hacer sus primeras incursiones en el repertorio belcantista. El pasado mes de noviembre se estrenaba de soslayo con “La Scala di Seta” de Rossini en la pequeña Sala Martín y Soler. Y ahora se presenta en la sala principal esta “Lucía di Lammermoor” de Donizetti, un melodrama romántico con libreto de Salvatore Cammarano, basado en la novela de Sir Walter ScottThe Bride of Lammermoor”, que constituye una de las obras cumbres del belcantismo.

Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, y en esta ocasión ha sido muy buena, habiéndose conseguido unos resultados óptimos a todos los niveles.

La producción presentada tiene ya más de 13 años. Se trata de una coproducción del Gran Teatro de Ginebra y el Maggio Musicale Fiorentino que cuenta con la dirección artística de Graham Vick y es todo un clásico que se ha paseado ya por medio mundo.
No hay que buscar en su trabajo especiales visiones del drama. Se limita a arropar sabiamente la construcción musical con una propuesta realista y eficaz, a la que la única crítica que se podría hacer sería que ya se lleva tiempo representando y está bastante vista, pero sigue resultando estéticamente agradable y no chirría en ningún momento.
Unos paneles móviles se encargan de ir cambiando los ambientes y encuadrando la acción, sucediéndose los diferentes escenarios con naturalidad, ajustándose a lo requerido y sin despistar al espectador.
Vick plantea una puesta en escena “ecológica” dominada permanentemente por una gran luna llena, un árbol seco y la vegetación púrpura de los páramos escoceses, que se salpica de flores rojas en la escena de la locura. Los juegos de luces, sombras y colores son permanentes y consiguen una plasticidad notable.
Me pareció fallida la resolución de las luchas a espada, que parecían propias de los ensayos de una función de fin de curso de 2º de primaria, así como la escena del baile, donde el escaso espacio escénico disponible no permitía bailar ni un chotis (muy apropiado, por cierto).

Karel Mark Chichon llevó a cabo una dirección solvente, manteniendo con pulso firme la intensidad dramática y consiguiendo una gran coordinación entre foso y escena, poniendo siempre la música, como requiere el género, al servicio de las voces, cuidando en todo momento los volúmenes, aunque en algún pasaje un juego un tanto efectista de la percusión provocase cierta descompensación con los cantantes. Tal cuidado por el control rozó la monotonía sonora y se echó de menos un mayor cuidado puntual de los matices.

En cualquier caso el resultado de conjunto logrado por el gibraltareño fue muy aceptable, contando para ello con la inestimable colaboración de los sensacionales músicos de la Orquestra de la Comunitat Valenciana que volvieron a dar otra lección de impecable ejecución. Merecen reseña aparte las intervenciones del solista de cello, el polaco Rafal Jezierski; de un impresionante Álvaro Octavio con la flauta, en la cadencia del aria de la locura, aunando el manchego su virtuosismo con una perfecta compenetración con la soprano; y de la solista de arpa, la sevillana Cristina Montes, en el preludio a la aparición de Lucía en escena, consiguiendo arrancar al instrumento todo su potencial melódico. Lástima que quedasen privados de un especial y merecido reconocimiento en los saludos finales.

El Coro de la Generalitat, dirigido por Francesc Perales, volvió a dejar constancia de su empaste y homogeneidad habituales, en breves pero rotundas intervenciones.

El nivel general de los solistas vocales, todos ellos muy jóvenes, fue muy alto, con dos protagonistas de auténtico lujo.

La georgiana Nino Machaidze, a quien dediqué ya un post cuando se anunció la programación de Les Arts intuyendo que podría ser uno de los grandes nombres de la temporada, no defraudó las expectativas y enamoró a la platea con esa bellísima voz fresca y bien timbrada con la que está triunfando, a sus 26 años, en los principales recintos operísticos del mundo.
Acometió el difícil papel protagonista con arrojo desde el inicio. Se mostró muy segura en las coloraturas, sin abusar de la ornamentación gratuita, pero dando absolutamente todas las notas. Sus agudos fueron limpios, seguros y bien atacados. Mostro dominio de la técnica y del estilo, luciendo un legato de ensueño, dominio del fiato, unos glissandi fabulosos, modulando intensidades con gusto y musicalidad, y conjugando en todo momento virtuosismo vocal y expresión dramática, haciendo asomar algunos graves francamente redondos.
Estuvo fantástica en la escena de la locura, pese a haber eludido los sobreagudos, no escritos por Donizetti, pero que son ya una tradición, especialmente el mi bemol de la cabaletta “Spargi d’amaro pianto”. Machaidze sigue confirmando día a día ser una gran cantante con un futuro enormemente prometedor por delante y unas facultades que, quizás, le pidan ya empezar a despuntar en terrenos más líricos.

A continuación podemos escuchar a Nino Machaidze, en la representación del pasado día 26, cantando la cavatina “Regnava nel silenzio” seguida de la cabaletta “Quando rapito in estasi”:


video de Mr.Robuso

Francesco Meli ya sorprendió a muchos en este mismo teatro, con el “Don Giovanni” de la primera temporada, componiendo un excelente Don Ottavio. Ayer Meli demostró, una vez más, ser un grandísimo tenor y llevó a cabo, sin duda, la mejor interpretación de la noche, exhibiendo una bellísima voz en toda la tesitura, de timbre claro y radiante, que corría con elegancia, con un dominio fantástico de las dinámicas y consiguiendo un fraseo realmente espectacular.
Se movió en la zona alta con hechuras de tenorazo, atacando por derecho, salvo en el elegante falsete con el que culminó el dúo “Verranno a te sull'aure”. Su “Fra poco a me ricovero” fue extraordinaria aunque estuviese a punto de gallear en uno de los agudos. La pasión y entrega con que acometió el “Tu che a Dio” final fue el digno colofón a una encomiable actuación de un pedazo de tenor.

Aquí podemos escuchar a Meli el pasado día 26 en el recitativo y aria “Tombe degli avi miei… Fra poco a me ricovero”:


video de Mr.Robuso

El barítono búlgaro Vladímir Stoyanov compuso un Enrico convincente, más en lo vocal que en lo dramático, donde pecó un poco de “click de famobil”. Presentó una voz homogénea de noble timbre que proyectaba con facilidad y un fraseo elegante y depurado.

Diógenes Randes lució una bonita voz, grande, oscura y cálida, quizás algo falta de la fuerza en graves que se pide a un auténtico bajo. Su Raimondo, no obstante, imponía por su poderío vocal y presencia física.

Angelo Antonio Poli, como Lord Arturo, estuvo absolutamente espléndido en un corto y desagradecido papel.

La alumna del Centre de Perfeccionament de Les Arts Natalia Lunar fue una destacable Alisa, mientras que Enrico Cossutta, como Normanno fue, con diferencia, el más flojo de los solistas, resultando absolutamente inaudible en sus intervenciones de la escena primera donde, por mucho que se empeñaba en abrir la boca, su voz no se proyectaba más allá de las ridículas trencitas con las que le habían castigado en vestuario.

Un público más silencioso y contenido de lo habitual, incluso frío en la primera mitad de la obra, premió con entusiasmo finalmente a todos los intervinientes, con especial intensidad para la pareja protagonista.

Pese a los numerosos huecos en la platea que habían presidido el estreno de esta Lucía, ayer el recinto de Les Arts se hallaba prácticamente lleno, lo cual es una buena noticia que espero sea consecuencia del interés del público y no de una política generosa en invitaciones por parte de la dirección del teatro.

Otra estupenda noche de ópera la que se vivió anoche en Les Arts con una “Lucia di Lammermoor” que recomiendo sin titubeos a todo el que quiera disfrutar de un espectáculo operístico de primer nivel. Yo pienso repetir.

Os dejo con los principales artífices del éxito, Nino Machaidze y Francesco Meli, una Soprano y un Tenor con mayúsculas pese a su juventud, que interpretan en este video, grabado ayer, el final del dúo “Verranno a te sull'aure” que cierra la primera parte, con falsete de Meli incluido:


video de ValeriaValeri

Si queréis leer más y mejor sobre esta Lucía, no os perdáis las crónicas de maac y titus.