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domingo, 28 de octubre de 2012

"OTELLO" DESDE EL MET.


Hace unos días hablaba en este blog de la retransmisión en directo desde La Scala de Siegfried y de la escasa asistencia de público a la sala de cine (al menos en la que yo estuve). Ayer había una nueva retransmisión, esta vez desde el Metropolitan de Nueva York, y con una obra imprescindible de la historia de la ópera como es “Otello” de Giuseppe Verdi, y esta vez, afortunadamente, el cine presentaba una entrada bastante buena.

No sé si el mérito será de Verdi frente a Wagner, del día de la semana, de que el cine de ayer esté en la capital y el del martes se encuentre fuera del casco urbano de Valencia, o de que el precio en lugar de 22 euros sea de 18 (que ya está bien…). Posiblemente sea un poco de todo, pero el caso es que después de la depresión que causaba el martes la desolada sala de cine, ayer volví a recobrar la esperanza en que este tipo de eventos pueda seguir funcionando.

Había una gran expectación ante este “Otello” neoyorquino, con un reparto que en principio auguraba un buen nivel artístico. Esta es una obra que requiere un trío protagonista de un gran nivel vocal y dramático y suele ser bastante difícil juntar actualmente tres cantantes que cumplan con todas las exigencias de la página verdiana. Y en mi opinión ayer tampoco se logró.

El tenor sudafricano Johan Botha es un cantante que a mí particularmente me gusta muchísimo. Especializado en papeles wagnerianos, yo le he escuchado en varias ocasiones y siempre me ha causado una muy buena impresión, incluyendo un Tannhäuser en directo donde pude comprobar que su voz en vivo aún ganaba más. Vocalmente, al Otello que pudimos escucharle ayer creo que se le pueden hacer pocos reproches. Botha solventó la dificilísima partitura con una notable solvencia, luciendo esa preciosa voz que le caracteriza, luminosa, broncínea, de forma impecable. Pero… su expresividad fue nula, y eso con Otello es imperdonable. Ya no me refiero sólo a la inexpresividad dramática derivada de su natural dificultad para moverse en escena debido a su disparatado sobrepeso, sino a un fraseo plano, carente casi siempre de una mínima dosis de emoción y sentimiento. Los únicos intentos de Botha por transmitir las emociones del personaje parecían centrarse en abrir mucho los ojos y apretar las mandíbulas.

Por su parte, el Iago que compuso Falk Struckmann se encontraba en el polo opuesto. Si algo se debe alabar de la actuación del barítono alemán es su entrega dramática y su desbordante expresividad (a veces rozando la sobreactuación), dotando al personaje de toda la perversidad que requiere, siendo ejemplar en este sentido su emocionante Credo. Pero… vocalmente no me convenció en absoluto. Su canto era lo más opuesto a la belleza canora de Botha. La voz era permanentemente empujada, originando unos sonidos arrastrados feísimos, con unos finales de frase abiertos y berreantes, cargados de dramatismo eso sí, pero dejando entrever evidentes carencias vocales.

Afortunadamente, en un punto medio se encontró la actuación de la Desdémona que nos ofreció la veterana Renée Fleming. Pese a que los años se van notando y la frescura no es la misma que cuando interpretó este papel en esta misma producción a mediados de los años 90 junto a Plácido Domingo, Fleming domina el personaje y sigue obsequiándonos con su cuidadísima y pulcra emisión y esos pianísimos marca de la casa, con un cuarto acto colosal, ejemplo de expresividad y elegancia vocal, al tiempo que ofrece una sentida y apasionada actuación dramática. En este aspecto resultó bastante frustrante el maravilloso dúo del tercer acto con Botha, con unas voces esplendorosas por parte de ambos, pero mientras ella estaba viviendo un drama horrible, él parecía estar leyendo los resultados de la quiniela.

Del resto del reparto merece destacarse el Casio del joven tenor (28 años) norteamericano Michael Fabiano, que presentó una voz francamente bonita que manejaba con muchísimo gusto.

La aparición en escena del veterano James Morris como Lodovico fue bastante patética desde el punto de vista vocal, pues quedaba en evidencia el ostensible deterioro de su instrumento, si bien ha de interpretarse como un cariñoso homenaje del Met al que durante muchos años fue el Iago por excelencia del teatro neoyorquino.

Me llamó la atención una vez más la ingente cantidad de integrantes del Coro, así como su elevada edad. Había planos en los que aquello más que el coro del Met parecía la función de Navidad del Hogar del Jubilado. No obstante, como la veteranía debe ser un grado, musicalmente en sus intervenciones cumplieron mejor que bien.

La dirección musical que llevó a cabo Semyon Bychkov no me convenció. Podría calificarse de correcta, sin más, pero eso en un escenario como el Met y con una obra maestra como “Otello” no es suficiente. Aunque en el último acto la orquesta pareció cobrar el papel protagonista que el clímax requiere, en general me resultó una interpretación sosa, muy falta de espíritu y garra; en definitiva, una lectura muy distanciada de lo que a mi juicio debería ser el ideal verdiano.

En cuanto a la dirección escénica de Elijah Moshinsky, poco hay que decir de esta producción archiconocida que además de ser antigua lo parece. Más tradicional y ajustada al libreto es imposible, pero poco más ofrece que un marco de cartón piedra para que los cantantes hagan por allí lo que consideren oportuno, lo cual en el caso de Johan Botha se resumía en cantar muy bien y abrir mucho los ojos cuando se enfadaba, y es que la dirección de actores dejaba mucho que desear, resolviéndose las situaciones de forma muy tosca y poco imaginativa. El baile concebido para el “Beba con me” merece reseña aparte, ni Don Lurio lo hubiera concebido más casposo.

Fue curioso ver entre acto y acto las imágenes de lo que ocurría tras el telón sobre el escenario. Lo primero que llamaba la atención era la cantidad de gente que trabaja en el Met en tales menesteres. Legiones de operarios llevando a pulso la escenografía del siguiente acto. En los teatros españoles, tras los recortes, no se vería tanta gente sobre el escenario ni aunque el público tomase el mismo al asalto. También resultó llamativa la “muerte” de Desdémona (Fleming) cayendo de espaldas, en una postura complicada, sobre las escaleras contiguas al lecho matrimonial. Por eso nadie se extrañaría de ver a la soprano norteamericana al acabar la función tocándose la riñonada con gesto de dolor.

La verdad es que releyendo todo lo anterior parece que el resumen pudiera ser que lo pasé fatal en el cine, pero nada de eso. Un “Otello” siempre es un “Otello” y la maravillosa música de Verdi se impone a cualquier adversidad. Me quedo con todo lo positivo y la verdad es que ya firmaba yo porque el nivel de ese “Otello” previsto para el Festival del Mediterrani de 2013 pudiese ser parecido…

Eso, si para entonces hay Festival del Mediterrani...


video de FathomEvents

martes, 11 de octubre de 2011

"BEAU SOIR" - CLAUDE DEBUSSY

“Idilio" - Lord Frederick Leighton - 1880 - Coleccion de Mr. y Mrs. Henry Keswick

"Beau Soir” (Bello Atardecer) es una de las primeras canciones (mélodies) para voz y piano compuestas por Claude Debussy (1862-1918), y nació destinada a ser interpretada en las reuniones de salón de la época. No hay acuerdo respecto a la fecha exacta de creación de la obra, aunque parece bastante probable que fuese en torno a 1880, cuando Debussy no habría cumplido aún los veinte años.

En esta obra el compositor puso música a unos versos de Paul Bourget (1852-1835), reputado novelista y poeta, contemporáneo del compositor, a quien se atribuye aquella famosa frase: “hay que vivir como se piensa, si no, se acaba por pensar como se ha vivido”. En este poema se nos habla sobre un tema tan romántico como la fugacidad del tiempo y el “carpe diem”, mediante la descripción de la belleza de una puesta de sol y las sensaciones que provoca, recordándonos, no obstante, que debemos disfrutarlo rápidamente pues todo es pasajero.

Son visibles en “Beau Soir” claras influencias románticas y es verdad que no estamos todavía ante el Debussy más rico desde el punto de vista armónico y melódico, pero sí que esta pequeña composición, en apariencia sencilla, es sumamente evocadora y consigue transmitirnos con maestría, fluyendo suavemente, un profundo e íntimo sentimiento de bienestar y de paz.

En esta fase de su producción resulta patente todavía la búsqueda de Debussy de la perfecta unión entre música y texto, y cada matiz de la partitura nos remite al contenido del poema de Bourget, como en ese acompañamiento a los últimos versos, donde la ondulante melodía nos evoca las olas que, suave pero inexorablemente, llegarán a su destino.

Hay cientos de grabaciones y versiones, tanto vocales como instrumentales, de esta pieza. Yo traigo aquí algunas diferentes para apreciar distintas formas de afrontar la página, centrándome únicamente en voces femeninas, concretamente de sopranos.

En primer lugar os propongo una versión estilística e idiomáticamente irreprochable, a cargo de una fija de este blog cuando se habla de mélodie, se trata de la francesa Veronique Gens, quien, como suele ser habitual, está acompañada por el pianista Roger Vignoles:


video de darko Zoo

Si de adecuación estilística hablamos, pocos reproches se podrán hacer también a Mary Garden, una soprano escocesa que se dice que llegó a grabar "Beau Soir" acompañada por el propio Debussy, siendo la elegida por éste para protagonizar el estreno de "Pelléas et Mélisande". La grabación es de 1929, la cantante tenía ya 55 años y la calidad del audio es la que es, pero creo que vale la pena:


video de CurzonRoad

Tambien rondaba los 55 años cuando grabó esta obra en 1944 otra soprano británica, Maggie Teyte, que fue precisamente quien sucedió a Mary Garden como Mélisande en París. Podemos escucharla acompañada al piano por Gerald Moore:


video de EdmundStAustell


Yendo a grabaciones más actuales, es ahora la norteamericana Renée Fleming, con el acompañamiento pianístico de Jean-Yves Thibaudet, quien nos ofrece su particular versión de esta composición de Debussy. Quizás esté menos ajustada a los cánones de la mélodie y su dicción sea mejorable, pero musicalidad y expresividad no le faltan:


video de rubenmsk

Esta cantante no es que pronuncie defectuosamente el francés, sino que canta en ruso directamente, se trata de Galina Vishnevskaya y, aunque la versión no sea muy ortodoxa y esté adaptada para acompañamiento orquestal, no puedo ocultar que a mí me gusta:


video de ManricoV


Ahora es la alemana Diana Damrau quien canta "Beau Soir" con el virtuoso acompañamiento del arpa del francés Xavier de Maistre:


video de Lilith89ibz


Y finalizo con otra soprano estadounidense por quien siento también especial debilidad. Es Eileen Farrell, y aquí nos da una inmejorable muestra de su versatilidad y de su capacidad para domar y adaptar su poderosa voz a las exigencias interpretativas, ofreciendo una versión que me parece más que interesante. La acompaña al piano George Trovillo:


video de m3lomane



BEAU SOIR (Hermoso Atardecer)
Lorsque au soleil couchant les rivières sont roses,
et qu'un tiède frisson court sur les champs de blé,
un conseil d'être heureux semble sortir des choses
et monter vers le cœur troublé;
Un conseil de goûter le charme d'être au monde,
cependant qu'on est jeune et que le soir est beau,
car nous nous en allons comme s'en va cette onde:
Elle à la mer, -- nous au tombeau !
---------------------------------------------------------------------

Cuando al sol poniente los ríos se vuelven de color rosa
y un tibio escalofrío recorre los campos de trigo,
el consejo de ser feliz parece brotar de las cosas
y subir hacia el corazón turbado.
Un consejo de disfrutar el encanto de estar en el mundo,
mientras que se es joven y el atardecer es hermoso,
porque nosotros nos iremos como se va esta onda,
ella al mar, nosotros a la tumba.

lunes, 1 de agosto de 2011

ECHANDO UN VISTAZO A LA PROXIMA TEMPORADA EN LES ARTS


Llegadas estas fechas, en las que un servidor aprovechará para tomarse unos días de vacaciones laborales y blogueras todo lo alejado que pueda de estos instrumentos diabólicos llamados ordenadores, y en las que el número de visitantes disminuye considerablemente, me temo que la actividad del blog va a quedarse bajo mínimos.

Pero para los que todavía tengáis ganas de venir por aquí, he pensado en dejar colgados una serie de videos como avance de la temporada 2011-2012 que nos espera en el Palau de les Arts a partir de otoño, si se cumplen las previsiones adelantadas el pasado día 22 por Helga Schmidt, sin duda la mejor Intendente que ha tenido este recinto operístico en toda su historia.

La temporada se inaugurará el 5 de noviembre con una de las joyas del repertorio operístico ruso, “Boris Godunov” de Modest Mussorgski, de la que se ofrecerán 6 representaciones. Una apuesta valiente y digna de elogio, pese a que el reparto, del que aún se desconocen algunos nombres, sea mejorable y a que quizás algunos hubiésemos preferido tener a Gergiev a la batuta aquí y no en “Romeo y Julieta”. Me parece interesante la presencia de Nicolai Schukoff, un tenor austriaco que me gustó mucho como Narraboth en “Salome” el año pasado y que está encarando con éxito el repertorio wagneriano. Aunque sobre Orlin Anastassov como Boris tengo más dudas, pues últimamente ha presentado algunos altibajos preocupantes.

Para ir abriendo boca, aquí podemos ver y escuchar a uno de los Boris referenciales, el gran bajo ruso Boris Christoff, cantando la despedida que antecede a su muerte (vaya, ya os he chafado el final):


video de dorje 1975

Entre el 22 de noviembre y el 4 de enero se representarán 8 funciones, el mayor número de toda la temporada, de “La Cenerentola” de Gioachino Rossini. El principal aliciente de esta producción del Festival de Pésaro residirá, posiblemente, en una interesante puesta en escena de Luca Ronconi, fresca y divertida, que ya tiene sus añitos y que se pudo ver por última vez en Pésaro el año pasado. Dirigirá la orquesta un habituado al género belcantista, Michele Mariotti. El reparto vuelve a ser, a priori, el punto más flojo, aunque me apetece escuchar el Don Ramiro que pueda ofrecer el tenor ruso Dmitry Korchak (estupendo Lensky la pasada temporada). A la protagonista femenina, Serena Malfi, no la he escuchado más que en video, así que esperaré a forjarme una opinión hasta verla en directo. Si tenéis curiosidad podéis pinchar aquí.

Sin ánimo de comparar, aquí os dejo a Elina Garanca cantando “Nacquì all'affanno... Non più mesta” en 2009 en el MET:


video de lipera

Los días 8 y 9 de diciembre tendrán lugar las dos únicas representaciones del timo de la temporada, la sinfonía dramática para solistas, coro y orquesta “Romeo et Juliette”, de Héctor Berlioz, que se ha incluido en la web de Les Arts en el apartado “ópera”. El mayor interés estribará en poder disfrutar del Coro de la Generalitat y la Orquesta de la Comunitat Valenciana interpretando esta obra, musicalmente muy atrayente, con la dirección de Valery Gergiev.

En el siguiente video podemos escuchar a la norteamericana Shirley Verrett cantando “Premiers transports que nul n'oublie!”, uno de los fragmentos más conocidos de este “Romeo et Juliette”:


video de foropera

Quienes me conocen saben de mi debilidad por la obra de Richard Strauss, así que es fácil entender que me ilusionase especialmente al enterarme de que se incluiría en la programación una de sus óperas principales, “Ariadne auf Naxos”. Luego la ilusión disminuyó bastante al conocer que tan sólo se ofrecerán dos funciones, los días 16 y 18 de diciembre, en versión concierto y en el infecto Auditorio. Para compensar, contaremos con la garantía que siempre supone la dirección musical de Ricardo Chailly. Entre los cantantes destaca Adrianne Pieczonka, una soprano de voz poderosa que viene representando el papel con asiduidad. Y Nicolai Schukoff hará doblete esta temporada en Les Arts, tras su participación en “Boris Godunov”, con el muy exigente rol straussiano de Bacchus.

Aquí podemos ver precisamente a Adrianne Pieczonka, como Ariadne, cantando la famosa “Es gibt ein reich”:


video de rexeterna

A partir del 27 de enero el turno es para Mozart, con 6 representaciones de “Don Giovanni”, una reposición de la producción con dirección escénica de Jonathan Miller que pudo verse semi escenificada en 2007. Zubin Mehta dirigirá en esta ocasión la orquesta y a unos cantantes donde tan sólo llama medianamente la atención la Donna Elvira de Sonia Ganassi, y habrá que ver el rendimiento que puedan ofrecer el Don Ottavio de Dmitri Korchak (otro que hará doblete), o la rusa Anna Samuil como Donna Anna.

Aunque para Donna Anna, yo me quedo con Elizabeth Grummer, a quien podemos ver aquí junto a Anton Dermota en el recitativo y aria “Crudele?… Non mi dir, bell’idol mio”, en el Festival de Salzburgo de 1954, con Wilhem Furtwangler en el foso:


video de baritonoguapo

El martes 31 de enero tendrá lugar la única representación de la ópera de Tchaikovsky “Iolanta”, en versión concierto y por supuesto en el Auditorio inaudible, como le gusta a Helga. Una lástima, porque se trata de una obra de corta duración y carácter íntimo, pero con algunas melodías inspiradísimas, y merecía un mejor destino que acabar masacrada en el Auditorio. Nada se ha dicho todavía oficialmente sobre los cantantes que acompañarán al Coro y Orquesta del Teatro Real de Madrid dirigidos por el griego Teodor Currentzis.

Aquí podemos escuchar a la soprano Galina Vishnevskaya cantando el arioso “Otchego `eto prezhde ne znala”, de “Iolanta”:


video de operalover 9001

El 3 de marzo se inician las 5 funciones de un programa con música de Manuel de Falla, compuesto por dos obras: una ópera, “La Vida Breve”, y otra que no lo es, “El Amor Brujo”. La producción de “La Vida Breve” es la misma que vimos el año pasado, con puesta en escena de Giancarlo del Monaco, y Cristina Gallardo Domâs volverá a ser la protagonista femenina. Reconozco que, con mucha diferencia, es la propuesta que menos me atrae de toda la temporada.

Aquí os dejo a Victoria de los Ángeles cantando “Vivan los que ríen”, de “La Vida Breve”:


video de Onegin65

Y aquí podemos ver a Daniel Barenboim dirigiendo a la Sinfónica de Chicago en la Danza Ritual del Fuego de “El Amor brujo”:


video de Gabba02

Uno de los espectáculos que más expectación generará con toda seguridad será “Thaïs” de Jules Massenet, que estrenará el 25 de marzo la primera de las 6 representaciones previstas. Sólo la presencia de Plácido Domingo entre el reparto, en un hito más de su nueva carrera como barítono, asegura ya un importante éxito mediático y un importante tirón popular. Muy interesante es también el debut en Les Arts del tenor tinerfeño Celso Albelo, una de las voces más importantes del panorama lírico español en la actualidad. Lástima que al final no haya podido confirmarse la presencia de la soprano Renée Fleming, como se venía rumoreando. En su lugar tendremos como Thaïs a la soprano Malin Bystrom, que fue quien ya cantó este mismo papel en el estreno en Suecia de esta producción de la ópera de Göteborg.

Si pincháis aquí podéis ver un video de esa producción de “Thaïs” y haceros una idea de la puesta en escena de Nicola Raab y de la voz de Malin Bystrom.

Y aquí podemos ver a Renée Fleming cantando el aria del espejo de “Thaïs”, “O mon miroir fidèle… Dis-moi que je suis belle”, en el Liceu en 2007:


video de LiceuOperaBarcelona

El día 1 de abril se inician las 7 representaciones de la producción de “Tosca” que hemos tenido oportunidad de ver en Les Arts el mes pasado. Las únicas variaciones respecto a lo ya visto serán: Scarpia, que en esta ocasión será el nefasto Marco Vratogna, y la dirección musical, que alternarán Omer Wellber y Plácido Domingo (que sólo dirigirá 2 funciones, ambas con Jorge de León como Cavaradossi). Ya he comentado, y sigo pensando, que no tiene ningún sentido repetir en tan corto espacio de tiempo una misma producción, aunque sea “Tosca”, sobre todo si la puesta en escena es tan sosa como la de Jean-Louis Grinda.

Para compensar la sosería de Grinda os dejo con el “Vissi d’arte” de una soprano que se llamaba Maria Callas:


video de jazzart1

El año próximo se celebra el centenario del fallecimiento del compositor Jules Massenet, con motivo de este acontecimiento el Palau de les Arts ofrecerá una segunda ópera de este compositor, que será además la que cierre la temporada los días 24, 27 y 30 de abril. Se trata de “Le Cid”, una obra muy interesante que, lamentablemente, también se ofrecerá en versión concierto y en el queridísimo Auditorio. La dirección musical correrá cargo de Plácido Domingo y el protagonista masculino será nuevamente Jorge de León.

Así que tocará finalizar este post pre vacacional de hoy con un fragmento de “Le Cid”, y será con el aria “O Souverain, o juge, o père", en una gran interpretación de Josep Carreras:


video de Onegin65

Buen verano a todos y gracias por seguir ahí.

viernes, 18 de febrero de 2011

"FLORESTA DO AMAZONAS" - HEITOR VILLA-LOBOS


Catarata de San Rafael – Selva Amazónica - Ecuador

“Floresta do Amazonas” (La Selva Amazónica) es una obra para soprano solista, coro masculino y orquesta, compuesta en 1958 por el brasileño Heitor Villa-Lobos (1887-1959).

Está basada en el libro del argentino Guillermo Enrique Hudson “Mansiones Verdes”, publicado en 1904 y que, a su vez, toma numerosos elementos de las leyendas y mitologías indígenas amazónicas de tiempos precolombinos. La protagonista de la historia es Rima, una niña-pájaro que vive en un lugar de la selva sagrado para los indios y que tiene poderes sobrenaturales siendo considerada una diosa por los animales y los hombres, quienes la adoran y temen por igual.

En 1958, por encargo de la productora Metro Goldwyn Mayer, Villa-Lobos hizo una
primera versión musical de esta novela, componiendo algunos temas musicales para la banda sonora de la película “Green Mansions”, también basada en el libro de Hudson, que fue dirigida por Mel Ferrer y protagonizada por su esposa Audrey Hepburn y Anthony Perkins. La película fue un fracaso comercial y muy poco de lo compuesto por el brasileño se pudo escuchar luego en pantalla, ya que la MGM decidió utilizar tan sólo una pequeña parte de lo escrito por Villa-Lobos, siendo el polaco Bronislaw Kaper quien adaptó y firmó finalmente la banda sonora definitiva del film.

A Villa-Lobos no le sentó precisamente
bien ese menosprecio hacia su trabajo y mantuvo un pleito contra la productora, alcanzándose finalmente un acuerdo por el que, además de abonarle su caché, le financiaron una grabación de su composición. Villa-Lobos adaptó algunos de los temas que escribió para aquella banda sonora y completaría “Floresta do Amazonas” tal y como se conoce hoy, grabando en 1959 la obra, dirigiendo él mismo a la Orquesta Symphony of the Air y con la participación como solista de la soprano brasileña Bidú Sayão.

“Floresta do Amazonas” es la última gran obra que compuso Villa-Lobos, quien fallecería poco después, en noviembre de 1959, y con ella culminó una serie de composiciones
sobre el mundo indígena como fueron los ballets “Uirapurú” y “Mandú-Carará” o el poema sinfónico “Ruda”.

La música de "Floresta do Amazonas" consigue trasladarnos al mágico universo de la cultura amazónica, donde realidad y ficción, lo natural y lo sobrenatural, se entremezclan en una partitura donde los momentos más vigorosos y dramáticos se alternan con otros líricos y sentimentales, en perfecta armonía.

Dentro de “Floresta do Amazonas” se incluyen
cuatro canciones, con letra de Dora Vasconcelos, que suelen ser interpretadas de forma independiente en recitales y han sido frecuentemente adaptadas para distintos instrumentos. Se trata de “Veleiro”, “Cair da Tarde”, “Canção do Amor” y “Melodía Sentimental”, y son las que quería traer hoy al blog.

En primer lugar podemos escuchar “Veleiro” en esa misma grabación de 1959 dirigida por Villa-Lobos, con la inconfundible voz de la soprano brasileña Bidú Sayão:

 


En los comienzos de su carrera, la soprano Renée Fleming grabó "Floresta do Amazonas" en 1989, año de su debut en el Metropolitan, acompañada por la Moscow Radio Symphony Orchestra dirigida por Alfred Heller. Aquí podemos escuchar a la norteamericana interpretando “Cair da Tarde”:

 

De nuevo podemos escuchar a Bidú Sayão y la Orquesta Symphony of the Air dirigidos por Heitor Villa-Lobos, en esta ocasión interpretando el precioso tema “Canção do Amor”:

 

Por último, es María José Montiel quien interpreta el que posiblemente sea el fragmento más conocido de “Floresta do Amazonas”, se trata de “Melodía Sentimental”. Podemos escucharlo en una versión para voz y piano incluida en el disco “Modinha”, dedicado a canciones brasileñas, que grabó la madrileña acompañada al piano por Luiz de Moura Castro:

 

lunes, 6 de julio de 2009

"LA TRAVIATA" (Giuseppe Verdi) - Royal Opera House - Londres 03/07/09


Mientras mi querida Helga Schmidt aprovechaba, tras un injustificable retraso, para hacer un adelanto de la descafeinada programación de la próxima temporada de Les Arts, la cual se ha hecho oficial hoy en la página web del teatro, yo iniciaba una nueva visita al ROH, en esta ocasión para aprovechar el fin de semana asistiendo al estreno de “El Barbero de Sevilla” con Juan Diego Flórez y Joyce DiDonato el sábado, y previamente, el viernes, a “La Traviata” con un reparto de lujo: los veteranos Renée Fleming y Thomas Hampson en los papeles de Violeta Valery y Giorgio Germont, y el joven maltés Joseph Calleja como Alfredo Germont.

La producción presentada es añeja, data de 1994 en lo que supuso el lanzamiento internacional de Angela Gheorghiu, que estuvo acompañada en aquel entonces por el bisador Leo Nucci y un insoportable Frank Lopardo, dirigidos en lo musical por Sir Georg Solti. Periódicamente al ROH le gusta desempolvar este montaje y presentarlo con nuevos protagonistas (por cierto, la última fue la Netrebko).

Se caracteriza por una dirección escénica de Richard Eyre absolutamente clásica y tradicional, pero sin que eso constituya un elemento negativo, al menos para mí. No aporta nada nuevo a la historia, pero es adecuada para la construcción narrativa de la misma, y siempre prefiero eso a un Giorgio Germont vestido de nazi o una Violeta drag-queen. El movimiento escénico está muy cuidado y resulta fluido pese a la acumulación de personajes que se produce en alguna escena. Los decorados vistosos, la pertinente iluminación y el deslumbrante vestuario diseñado por Bob Crowley, contribuyen al favorable resultado del conjunto.

En cuanto a la dirección musical, Antonio Pappano condujo con maestría a la extraordinaria Orquesta del ROH ofreciendo una peculiar lectura de la partitura verdiana, con unos tempi muy rápidos que enfatizaban perfectamente el desarrollo dramático de la primera parte de la obra, si bien en la segunda yo eché de menos una mayor dosis de contención velocípeda, aunque es cierto que pese a todo, la carga lírica no disminuyó y Pappano supo extraer espléndidamente cada matiz de la partitura. Especialmente relevante fue el comienzo del acto III donde la sensibilidad orquestal alcanzó su culminación. Al comenzar el segundo acto los músicos lo hicieron despojados de sus chaquetas, pese a que en la sala la temperatura era de lo más agradable. Ignoro el motivo.

El Coro funcionó a la perfección y tan sólo hay que reprocharle un pequeño desajuste con la orquesta al final del primer acto.

Renée Fleming salió a escena con un tobillo vendado en un fatídico augurio de lo que nos esperaba al día siguiente con DiDonato. Con 51 años declarados, la americana demostró encontrarse en un estado vocal sensacional. Nunca he creído que el papel de Violeta sea especialmente apropiado a su voz, especialmente en el primer acto, y sigo pensando lo mismo después de haberla escuchado en directo. No obstante, demostró estar dispuesta a asumir todavía riesgos y, lo que es más importante, a superarlos con brillantez. En “Sempre Libera” pasó algunos apuros con las rápidas coloraturas, pero solventó la papeleta muy dignamente, con el apoyo fundamental de una depuradísima técnica y una actuación dramática sensacional. A partir del segundo acto encontró un terreno mucho más propicio para sus cualidades, y su voz cálida y rica en matices se fue mostrando más firme y segura, al tiempo que fraseaba con enorme gusto y hacía ostentación de su espectacular dominio de las dinámicas ofreciendo unos pianissimi majestuosos. Su “Teneste la promessa… addio del passato” electrificó la espina dorsal de todos los asistentes. La capacidad dramática de Fleming es envidiable y supo dotar a Violeta de toda la carga emotiva que requiere el personaje. Demostró en todo momento ser una actriz extraordinaria, cuidando hasta el más pequeño detalle (impresionantes sus toses) y gestos sin perder su línea de canto.

Thomas Hampson estuvo fabuloso. Conoce de memoria el personaje y sabe exprimir cada detalle del mismo. Proyectó el americano con potencia una voz que se mantiene fresca, matizando con muchísima elegancia. Toda su actuación desprendía sentimiento. Sus dúos del segundo acto con Fleming fueron majestuosos en lo vocal y lo interpretativo.

Joseph Calleja fue un muy convincente Alfredo. No había tenido ocasión de escuchar al maltés en directo. Su voz respecto a recientes grabaciones parece haber adquirido un color más oscuro y un ligerísimo vibrato de fondo que suena natural y no molesta. Derrochó volumen y fuerza a raudales, sabiendo matizar también cuando fue preciso. Hizo ostentación de un fiato muy importante que favoreció un impecable legato. Sus agudos fueron limpios y bien atacados. En el debe de su actuación quizás haya que reseñar su faceta actoral, aunque con dos monstruos interpretativos al lado como la pareja norteamericana no quedar demasiado en evidencia ya fue un logro.

El resto del reparto estuvo a un nivel muy digno. Me gustó especialmente la Flora de Monika-Evelin Liiv.

La única nota discordante en ese buen nivel general la puso Richard Wiegold, que fue un pésimo Doctor Grenvil. Su voz es profunda y de bello timbre, pero no lograba proyectarla más allá de sus gafas, siendo absolutamente inaudible en todas sus intervenciones. Su comportamiento actoral no fue mejor, mostrando todos los defectos de la Escuela de los Pinochos, con menos movilidad que la momia de Lenin.


Al finalizar, cerradas ovaciones para los tres protagonistas, Pappano y la orquesta, de un público que se mostró respetuoso cuando debía serlo (me impresionó el silencio que reinaba en el acto I) y sumamente entusiasta al premiar a los intérpretes.

Tras la función Renée Fleming se mostró, como siempre, atentísima con los fans que la importunamos y firmó todo lo firmable y posó para todos los pesados con su mejor gesto.

Por último, os dejo un video de Renée Fleming en la Opera de Los Ángeles en 2006 interpretando el 'Addio del passato':


video de LadyArmide

jueves, 11 de junio de 2009

ERICH W. KORNGOLD: "Das Wunder der Heliane" y "Die Kathrin"


Hace poco hablé aquí de “La canción de Marietta”, perteneciente a la ópera de Erich W. Korngold “Die Tote Stadt” (La ciudad muerta), su obra más famosa hoy en día.

Sin embargo, el propio Korngold consideraba que su mejor ópera era “Das Wunder der Heliane” (El milagro de Heliane) (1927), un trabajo musicalmente muy exigente, escrito algunos años después. La obra se encontró con el rechazo crítico de sus contemporáneos que la consideraban música “antigua” por responder a unos cánones melódicos que no eran precisamente lo que estaba en boga entonces, donde imperaban las composiciones más audaces caracterizadas por el atonalismo.

El aria más conocida de la ópera es “Ich ging zu ihm”. En ella, Heliane comparece acusada de adulterio ante el tribunal, tras ser sorprendida desnuda en la celda de un condenado a muerte, y explica que ha permanecido fiel y que tan sólo quiso ofrecer al prisionero una última visión de la belleza en su cuerpo desnudo. Podemos escucharla a continuación interpretada por Renée Fleming junto a la BBC Philharmonic Orchestra, bajo la dirección de Gianandrea Noseda. Es notable el modo en que va creciendo la intensidad orquestal gradualmente para acabar en un exhuberante derroche musical que es dificil que no emocione:


video de Onegin65

En 1935, tras haber iniciado su aventura americana en la composición de bandas sonoras con “El sueño de una noche de verano”, Erich W. Korngold regresa a una Europa políticamente convulsa y comienza a componer su ópera “Die Kathrin”. Entre idas y venidas a la meca del cine, continúa trabajando en su obra, la cual estrenó finalmente en Estocolmo en 1938, no pudiendo estrenarse en Austria hasta 1950. La ópera, con libreto de Ernst Decsey se basa en la novela “The maid from Aachen” de Eduard Jacob. Aquí podemos escuchar de nuevo a Renée Fleming, la BBC Philharmonic Orchestra y Gianandrea Noseda, interpretar el aria "Ich soll ihn niemals, niemals mehr sehn". En ella, la protagonista se ve obligada a escribir una carta a su reciente enamorado instándole a no verse más por imposición del señor para el que trabaja. Una delicada y bella melodía con ciertos rasgos mahlerianos al inicio e inequívocos recuerdos a “la canción de Marietta” de “Die Tote Stadt”:


video de Onegin65

Por último, quiero dejaros otro de los momentos de intenso lirismo de “Die Kathrin”, se trata de “Wanderlied” (la canción del vagabundo), que traigo aquí en la sensacional voz del tenor esloveno Anton Dermota. Espero que lo disfrutéis tanto como yo:


video de Addiobelpassato

viernes, 3 de abril de 2009

LA CANCION DE MARIETTA

Brujas - Canal Rozenhoedkaai - Suraj Mathew

“Die Tote Stadt” (La ciudad muerta) es la ópera más famosa de las cinco que compuso Erich Wolfgang Korngold, y el pasaje conocido como “La canción de Marietta” su fragmento más popular.

Korngold fue un auténtico niño prodigio que estrenó su primera obra a los once años. Su estilo musical es inconfundible con ampulosas orquestaciones y una fuerza descriptiva casi cinematográfica.

De hecho, Korngold desarrolló gran parte de su carrera en Hollywood, convirtiéndose en un auténtico referente de la composición de bandas sonoras y en el músico que posiblemente más haya influido a los actuales compositores de música para el cine. Sus trabajos para “El sueño de una noche de verano” (1935), “Robin de los Bosques” (1938), “El Halcón del Mar” (1940) o "Entre dos mundos" (1944), son incuestionables obras maestras.

“Die Tote Stadt” desarrolla su acción en la ciudad belga de Brujas y se basa en la novela "Brujas, la muerta" de Georges Rodenbach. El libreto fue firmado por Paul Schott, en realidad un seudónimo del propio Erich y su padre Julius Korngold, reputado y temido crítico musical vienés, que prefirió ocultar su participación en la obra por miedo a la reacción que pudiesen adoptar sus colegas, vapuleados por él en otras ocasiones.

La antigua ciudad de Brujas, con sus viejas casas, sus canales, campanas e iglesias, se convierte en un símbolo de la muerte y del pasado, temas sobre los que gira toda la obra, en la cual Paul llora el reciente fallecimiento de su joven esposa Marie, apareciendo entonces Marietta, una bailarina con un asombroso parecido físico a la difunta. El final trágico previsto en la novela original es transmutado por los Korngold en el libreto, convirtiendo todo lo ocurrido en una ensoñación del protagonista.

Erich W.Korngold empezó a componer la música de esta ópera a los 19 años, comenzando precisamente por el fragmento "Glück das mir verblieb", conocido popularmente como “La canción de Marietta”. En ese momento de la obra, Paul entrega un laúd a Marietta, quien le dice que el instrumento precisaría de una canción. Así, Marietta comienza a entonar una vieja melodía que habla de amores fieles que deben morir, llevando a Paul al nostálgico recuerdo de su difunta esposa.

Dentro de la ópera realmente es un dúo entre soprano y tenor, pero la belleza de la pieza hace que sea habitual su interpretación en recitales y grabaciones por una soprano solista.

Hoy he querido traer aquí tres versiones muy diferentes de este hermosísimo fragmento.

En primer lugar podemos y ver escuchar la versión operística, con Angela Denoke y Torsten Kerl en la producción presentada en Estrasburgo en 2001:


video de kryltoppa

Seguidamente escuchamos la versión en concierto, con orquesta y soprano, en este caso Renée Fleming:


video de Onegin65

Y, por último, una curiosa y sugerente adaptación para voz, piano y cuarteto de cuerdas efectuada por Bengt Forsberg, habitual acompañante al piano de la genial mezzosoprano Anne Sofie Von Otter:


video de bendsito


LIED DER MARIETTA

Gluck, das mir verblieb,
Rück zu mir, mein treues Lieb.
Abend sinkt im Haag
Bist mir Licht und Tag.
Bange pochet Herz an Herz.
Hoffnung schwingt sich himmelwärts.
Wie wahr, ein traurig Lied.
Das Lied vom treuen Lieb,
Das sterben muß.
Ich kenne das Lied.
Ich hört es oft in jungen,
In Schöneren Tagen...
Es hat noch eine Strophe,
Weiß ich sie noch?
Naht auch Sorge trüb,
Rück zu mir, mein treues Lieb.
Neig dein blaß Gesicht,
Sterben trennt uns nicht.
Mußt du einmal von mir gehn,
Glaub, es gibt ein Auferstehn.

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LA CANCION DE MARIETTA

La alegría de antes
guarda el secreto de mi amor fiel.
La oscuridad apaga el día,
tú encenderás mi camino.
El miedo late en nuestros corazones
y la esperanza sube hacia el cielo.
Es en verdad una canción triste.
Es la canción de un verdadero amor
que pronto debe morir.
Conozco la canción.
La oí a menudo en mis días de juventud,
cuando era feliz...
Tiene otra estrofa.
¿Cómo era?
Los días jubilosos pueden huir,
pero tú, mi querido amor, quédate cerca de mí.
El tiempo pasará,
pero el verdadero amor se quedará.
Aunque nosotros tenemos que partir en el dolor,
en el más allá nos encontraremos de nuevo.
Traducción: María del Mar Huete 2003