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lunes, 31 de mayo de 2010

"LA LUNE BLANCHE" - Paul Verlaine

Hombre y mujer contemplando la luna - Caspar David Friedrich - Staatliche Museum Berlin

En 1870, el poeta francés Paul Verlaine contrajo matrimonio con la adolescente Mathilde Mauté de Fleurville. Ese mismo año publicó su colección de poemas titulada “La Bonne Chanson”. En ellos describe con un enorme intimismo, cargado de emotividad, su encuentro con la amada, los paisajes en los que se desarrolla su amor y la unión con Mathilde.

El entusiasmo amoroso, la serena melancolía y el deseo de atrapar esos instantes que se presumen irrepetibles, dominan los versos de Verlaine. Uno de estos poemas, “La Lune Blanche”, es un buen ejemplo de ello. En sus breves estrofas el poeta refleja la apacible quietud y belleza de la naturaleza, como metáfora de los propios sentimientos que estaba viviendo, y define como “hora exquisita” ese momento de “vasto y tierno sosiego” en que se encontraba su alma.

Curiosamente, ese idílico bienestar descrito por Verlaine duraría poco tiempo. Exactamente hasta 1871, cuando conoció personalmente en París al joven poeta Arthur Rimbaud, con quien iniciaría una relación amorosa que culminaría en 1872, fecha en que abandonó a su esposa y a su hijo recién nacido y se fue a vivir con aquél.

Fueron numerosos los músicos que quedaron atrapados por la poesía de Verlaine y utilizaron sus versos para componer canciones, muchas de las cuales constituyen algunas de las piezas más emblemáticas de la música francesa de principios del siglo XX.

En concreto, el poema “La Lune Blanche” fue objeto de múltiples versiones, algunas de las cuales he querido traer hoy al blog.

Gabriel Fauré tomó varios de los poemas de Verlaine que integran “La Bonne Chanson” y compuso un ciclo de canciones con el mismo título. Entre ellas se encuentra “La Lune Blanche”, que podemos escuchar aquí en la voz de Anne Sofie Von Otter:


Entre las “Cuatro Melodías” que componen la Opus 13 de Ernest Chausson, encontramos también su particular visión del poema de Verlaine en la primera de ellas, “Apaisement”. Aquí podemos escuchar las cuatro canciones en la voz de Christine Schäfer:



Por último, la versión más conocida y bella del poema “La Lune Blanche”, posiblemente sea la mélodie que compuso Reynaldo Hahn, “L’heure exquise”, perteneciente al ciclo “Chansons grises”, y que, aunque ya vino al blog anteriormente, la vuelvo a traer hoy, esta vez en la voz de Susan Graham, acompañada al piano por Roger Vignoles:


video de xavisuescun

LA LUNE BLANCHE – PAUL VERLAINE

La luna blanca
luce en los bosques;
de cada rama
parte una voz
bajo el ramaje...

Oh, bien amada.

El estanque refleja,
profundo espejo,
la silueta
del sauce negro
donde el viento llora.

¡Soñemos, es la hora!

Un vasto y tierno
sosiego
parece descender
del firmamento
que el astro irisa.

Es la hora exquisita.

miércoles, 17 de marzo de 2010

"CLAIR DE LUNE". VERLAINE, FAURÉ Y DEBUSSY


“El amor en el teatro italiano” – Jean Antoine Watteau – 1716 – Gemäldegalerie - Berlín

El poeta francés Paul Verlaine, precursor del simbolismo, escribió en 1869 su colección de 22 poemas “Fêtes Galantes” (Fiestas Galantes), ambientados en un universo irreal e intemporal en el que describe la sociedad elegante y frívola del siglo XVIII, al tiempo que se hace presente la peculiar alegría melancólica y el íntimo patetismo que subyace en los personajes de la Commedia dell’Arte de Bérgamo. Estos poemas evocan los cuadros de Antoine Watteau, creador del género pictórico del mismo nombre (“Fêtes Galantes”), cuyos lienzos reflejan una serie de escenas de corte campestre y bucólico, en un mundo idílico, donde son una constante el placer, el amor cortés y los personajes de la Commedia dell’Arte italiana.

Verlaine inicia con esta serie de poemas una forma de expresión poética en la que el propósito no es tanto describir sentimientos como hacer que el lector llegue a ellos a través de una sugerencia simbólica.

El primer poema de Verlaine incluido en sus “Fêtes Galantes” es “Clair de Lune” (Claro de Luna), un texto cargado de símbolos y que ha sido motivo de estudio e inspiración para numerosos creadores, especialmente músicos, debiéndose destacar en este campo a Gabriel Fauré y Claude Debussy, cuyas geniales adaptaciones del texto de Verlaine se encuentran entre las obras más famosas de aquéllos.

Gabriel Fauré tomó el poema de Verlaine en 1887 y compuso la pieza para voz y piano “Clair de Lune”, una mélodie en la que la poesía de Verlaine encuentra perfecto acomodo en la sensual y sofisticada partitura de Fauré, quien consigue aquí una de sus más bellas creaciones, donde las palabras y las notas fluyen en ideal conjunción, mostrando ya esa notable madurez compositiva que le llevará a ser considerado hoy en día como uno de los grandes innovadores y maestros en el campo de la mélodie.

Seguidamente podemos escuchar “Clair de Lune” de Gabriel Fauré en la voz de Veronique Gens, acompañada al piano por Jeff Cohen:



Al igual que luego hiciese Fauré, un joven Claude Debussy se inspira en Paul Verlaine para componer en 1882 “Fêtes Galantes”, un conjunto de canciones para voz y piano que escribió en una de sus visitas a la residencia de los señores Vasnier en Ville d'Avray. Estas mélodies fueron pensadas en un primer momento para que fueran interpretadas por la soprano Marie-Blanche Vasnier, y en ellas Debussy pone música a cinco de los poemas de Verlaine que integran sus “Fêtes Galantes”: “Pantomime”, “Mandoline”, “En sourdine”, “Clair de lune” y “Fantoches”. Las tres últimas serían revisadas en 1891 y publicadas de nuevo, corregidas, en 1903.

Aquí podemos escuchar a Diana Damrau acompañada al arpa por Xavier de Maistre interpretando la mélodie “Clair de Lune” de Debussy:



Claude Debussy retomaría a Verlaine como fuente de inspiración y hacia 1890 comienza a componer su obra para piano “Suite Bergamasque”. Relegada al olvido por su autor, la obra no fue corregida y publicada hasta 1905, pese a que Debussy se resistía a ello pues creía que esta composición estaba por debajo del nivel de sus obras posteriores. Consta de cuatro partes: “Preludio”, “Minué”, “Claro de luna” y “Passepied”. El tercero de los fragmentos, con el mismo título que el poema de Verlaine, acabaría convirtiéndose en una de las páginas más célebres del compositor francés. Para finalizar, os dejo con el archifamoso "Clair de Lune", de la “Suite Bergamasque” de Debussy, en la interpretación al piano de Kathia Buniatishvili:



“CLAIR DE LUNE” (Paul Verlaine – 1869)
 Votre âme est un paysage choisi que vont charmant masques et bergamasques
 jouant du luth et dansant et quasi tristes sous leurs déguisements fantasques.
Tout en chantant sur le mode mineur l'amour vainqueur et la vie opportune
 ils n'ont pas l'air de croire à leur bonheur et leur chanson se mêle au clair de lune.
 Au calme clair de lune triste et beau, qui fait rêver les oiseaux dans les arbres
 et sangloter d'extase les jets d'eau, les grands jets d'eau sveltes parmi les marbres.
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 Vuestra alma es un exquisito paisaje que encantan enmascarados y bailarines
 tocando el laúd y danzando casi tristes bajo sus imaginativos disfraces.
 Mientras cantan en tono menor al amor victorioso y la vida oportuna
 no parecen creer en su felicidad y unen sus cantos al claro de luna.
 Al sereno claro de luna, triste y bello, que hace soñar a los pájaros en los árboles
 y sollozar de éxtasis a los surtidores, los grandes surtidores esbeltos entre los mármoles.