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martes, 9 de marzo de 2010

EL OSCAR DE MICHAEL GIACCHINO


El pasado domingo tuvo lugar en Los Ángeles la gala anual de entrega de los premios Oscar. En el apartado de Mejor Banda Sonora no hubo sorpresas y la estatuilla fue a parar al compositor norteamericano Michael Giacchino por su trabajo para la película de animación “Up”, dirigida por Pete Docter y Bob Peterson. Un premio que hace justicia a una partitura muy conseguida, donde la frescura y el clasicismo se dan la mano, arropando con maestría las imágenes de ese extraordinario film que va mucho más allá de ser una “película de dibujos”, para convertirse en uno de los mejores trabajos cinematográficos del pasado año, lleno de humanidad, emoción, ritmo visual y sentido del humor.

Giacchino comenzó componiendo música para videojuegos y en el año 2004 se dio a conocer internacionalmente con la excelente banda sonora de “Los Increíbles”, la película de la factoría Pixar dirigida por Brad Bird.

Tras diferentes trabajos para cine y televisión, entre los que se encuentra la estupenda música de la serie “Lost” (Perdidos), en 2007 compuso la que para mí es su obra más lograda, la banda sonora de otra película de animación de Pixar dirigida
por Brad Bird, “Ratatouille”, que, pese a estar nominada, no consiguió el Oscar que claramente merecía, el cual fue a parar finalmente a Dario Marianelli por “Atonement” (Expiación).

Este año, por fin, Giacchino ha conseguido el reconocimiento oficial a su, relativamente corta pero sobresaliente, labor compositiva. Además del Oscar ha obtenido premios tan prestigiosos como el Globo de Oro, BAFTA, Grammy, Broadcast Film Critics Association, IFMCA o Chicago Film Critics Association.

Su obra se caracteriza por unas orquestaciones muy cuidadas en las que, aunque partiendo de los cánones sinfónicos de maestros como Williams o Horner, Giacchino construye minuciosamente y con mimo sus temas, dando el sentido pleno y preciso que requiere cada trabajo.

En “Up”, Giacchino ilustra la entrañable aventura del octogenario Carl Fredricksen mediante una partitura con pinceladas jazzisticas, dominada por un motivo principal en el que, a ritmo de vals y con una orquestación propia
de los años 40, nos evoca el tiempo de juventud del protagonista. Este motivo cobra vida propia en el tema “Married Life”, posiblemente el más destacado de todo el score, y que fue premiado recientemente con el Grammy al mejor tema musical del año, donde el sonido del violín y las trompetas con sordina acompañan un prodigioso montaje visual en el que, sin palabras, en un ejercicio inmejorable de síntesis narrativa, se nos muestran los recuerdos de toda una vida en pareja que es evocada ahora por el protagonista recién enviudado, habiéndose logrado cuatro minutos cinematográficos soberbios, cargados de emotividad, jugando en ello un papel primordial el trabajo de Giacchino.

A continuación podemos ver ese fragmento mientras se escucha el tema “Married Life”:


video de iHUSTLEViDz

Una particularidad de esta premiadísima banda sonora es que no se ha editado en CD. El portal Itunes compró los derechos para su distribución en exclusiva a través de descargas vía internet, privando a los aficionados de un soporte físico para un trabajo de enorme calidad que, quizás ahora, tras haber sido galardonado con premios tan mediáticos como el Grammy o el Oscar, vea replanteada su política de comercialización.

Para finalizar, os dejo el tema que cierra la película “Up”, acompañando los títulos de crédito, y en el que se dan cita los motivos principales de esta extraordinaria banda sonora de Michael Giacchino:


video de 47drift

jueves, 19 de noviembre de 2009

LAUREN BACALL. Oscar honorífico


El pasado mes de enero dediqué una de las primeras entradas de este blog a mi admirada Betty Joan Perske, conocida artísticamente como Lauren Bacall, y decía al finalizar: “Sería deseable que, antes de que esta gran Dama del Cine, que ya ha cumplido los 84 años, nos deje para siempre, recibiese en vida el merecido homenaje que se le debe por sus compañeros de profesión”.

Pues bien, el pasado sábado 14 de noviembre le fue entregado a Lauren Bacall el Oscar honorífico a toda su carrera, en esa nueva modalidad llamada Governors Awards, en una ceremonia celebrada en el Hollywood & Highland Center de Los Ángeles.

Junto a ella fueron también premiados otros dos nombres importantísimos de la industria cinematográfica, que merecerían post aparte, como son el productor y director Roger Corman y el director de fotografía Gordon Willis.

Es de agradecer que, finalmente, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood se haya decidido a ofrecer un reconocimiento público a esta estupenda actriz. Eso sí, el premio llega tarde y mal.

En lugar de realizar la entrega dentro de la Gala anual, que tendrá lugar esta vez el domingo 7 de marzo de 2010 en el Teatro Kodak de Los Ángeles, en lo que siempre suele ser uno de los momentos más emotivos de la noche y que es contemplado en directo por millones de personas, en esta ocasión se ha llevado a cabo en una ceremonia no televisada, casi a escondidas, con la presencia de compañeros y amigos, pero que más parecía una cena de jubilación con regalo de reloj de oro, anécdotas laborales y corbata atada a la frente, que la entrega de un Oscar de Hollywood a toda una leyenda del cine en reconocimiento a su intachable carrera.

Es verdad que casi ninguno (Woody Allen, George C. Scott, Marlon Brando…) de los que se dedican a este mundo le hace ascos al dorado hombrecillo, pero todos sabemos que los premios Oscar son ya más un símbolo y un elemento publicitario que un auténtico indicador de los trabajos más valiosos del año. Siempre es difícil, si no imposible, determinar quién lo ha hecho mejor que ninguno, valorando trabajos muy distintos, con la presión de las distribuidoras para publicitar sus filmes y con otras muchas guerras internas y oscuras razones que mueven este negocio.

Históricamente se han cometido vergonzosas injusticias que luego el tiempo ha puesto en su sitio, y que vistas ahora, en la distancia, sólo provocan la risa. Hay cientos donde elegir, pero baste recordar que “Rocky” le ganó el Oscar a la mejor película a “Taxi Driver”, “Ordinary People” (Gente Corriente) a “Raging Bull” (Toro Salvaje), “Kramer vs. Kramer” a “Apocalypse Now”, o “El mayor espectáculo del mundo” a “The Quiet Man” (El hombre tranquilo).

Pero si algún Oscar tiene sentido es, precisamente, el que se otorga a veteranos profesionales como reconocimiento a toda una carrera, sobre todo en aquellos casos en que no han sido premiados anteriormente por ningún trabajo en concreto. Ya no se trata de decir quién lo ha hecho mejor, sino de agradecer su colaboración a la industria del cine a aquellas personas que han dedicado su vida al noble arte de hacer películas. Por eso, sacar este momento de la Gala principal me parece un insulto que no tiene justificación.

Ahora bien, ellos se lo pierden. En este caso hubiese sido Lauren Bacall quien hubiera dado prestigio a la Gala de la Academia, no al revés.

Bien visto, lo mejor que puede hacer ese día la Bacall es verlo desde casa y reírse de esos colegas mediocres que hoy van de grandes actores y no son más que bolas de botox cacareantes.

Y a la Academia que le den, Betty. Si quieren algo más, ya sabes, que silben, que silben…


video de zegoar

lunes, 23 de febrero de 2009

Y EL OSCAR FUE PARA...


Pues al final el Oscar fue para A.R.Rahman.

Tal y como se esperaba, el indio se llevó la estatuilla por su composición para la película “Slumdog Millionaire”, que fue la gran triunfadora de la noche con ocho premios, entre ellos los de mejor película, mejor director (Danny Boyle), mejor guión adaptado y mejor canción por “Jai Ho”.




Thomas Newman se fue de nuevo a casa de vacío en su novena nominación sin premio, así como James Newton Howard, Alexandre Desplat y Danny Elfman que habían firmado tres espléndidos trabajos que vuelven a quedar sin recompensa.

Todos aquellos a los que nos gusta el cine sabemos positivamente la escasa garantía de calidad que son estos premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas norteamericana, a pesar de su tremendo impacto comercial y mediático. Incluso los que alguna vez nos hemos quedado sin dormir para asistir a esas largas y tediosas ceremonias, sabemos que además de luchar contra el sueño y el aburrimiento, tendremos que sobrellevar al final el enfado por las flagrantes injusticias que se cometen año tras año desde sus comienzos. Sólo hay que recordar ciertos nombres que jamás han recibido el muñecajo dorado para darnos cuenta del latrocinio: Hitchcock, Lubitsch, Chaplin, Hawks, Kubrick, Lumet, Altman

No obstante, muy de vez en cuando, los académicos se ve que se toman algún dry martini de más, y nos sorprenden premiando a quien realmente se lo merece.

Este año no ha habido muchas sorpresas dentro de un nivel no muy alto. El Oscar al mejor actor para Sean Penn quizás haya sido la chispa de la noche, cuando todos daban por hecho que el premio iría a parar a esa especie de Jabba el Hutt en que se ha convertido Mickey Rourke. Penn es un grandísimo actor y casi cada trabajo que realiza es merecedor de premio.
A mi, no obstante, este año me hubiera alegrado que se recompensase el excelente oficio de Frank Langella en la película "Frost/Nixon", donde compone un magnífico ex presidente arrogante que se niega a admitir su derrota; o al eterno secundario Richard Jenkins, nominado en esta ocasión por un papel protagonista en el film "The Visitor".

La otra relativa sorpresa fue el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, donde todas las quinielas hablaban de un reñido duelo entre la israelí “Vals con Bashir” y la francesa “La Clase”, aunque finalmente el consolador dorado fue para la japonesa “Departures”.

Sí se ajustó a los pronósticos el merecidísimo Oscar al mejor actor de reparto para Heath Ledger por su inmenso trabajo en “El Caballero Oscuro”. Aunque sospecho que si no hubiera contado con el morbo de haber muerto en extrañas circunstancias poco después del rodaje, posiblemente hubiese quedado también en el grupo de los injustamente olvidados.

Bueno, pues esperaremos al año que viene a ver si por fin Thomas Newman, James Newton Howard, Danny Elfman o Alexandre Desplat consiguen ver recompensada su gran valía.

Ah, sí, se me olvidaba, la mocosa y ñoña Mari Pe de Alcobendas se ha llevado también uno de estos muñequitos.

Cosas veredes, Sancho...

sábado, 21 de febrero de 2009

BANDAS SONORAS CANDIDATAS AL OSCAR


Mañana, 22 de febrero, se celebrará en el Kodak Theatre de Los Angeles la gala de entrega de los premios Oscar, parece ser que presentada por nuestro australiano más guaperas Hugh Jackman.


En el apartado de mejor banda sonora encontramos a cuatro auténticos pesos pesados del panorama actual de la composición de música para películas: Danny Elfman, habitual de las películas de Tim Burton; James Newton Howard, una de mis debilidades; Thomas Newman, eterno candidato sin premio, en la que es su novena nominación; y el parisino Alexandre Desplat.
Junto a ellos está nominado el indio A.R.Rahman, por su trabajo en el film "Slumdog Millionaire".

Ninguno de ellos ha ganado anteriomente la dorada estatuilla. Veremos que pasa mañana.

De momento os dejo aquí unos breves fragmentos de las bandas nominadas para que os hagáis una idea.


Danny Elfman: Por "Milk (Mi nombre es Harvey Milk)".






James Newton Howard: Por "Defiance (Resistencia)".






Thomas Newman: Por "Wall-e".






A. R. Rahman: Por "Slumdog millionaire".






Alexandre Desplat: Por "The Curious Case of Benjamin Button".