
“El pescador de truchas” – John Frederick Kensett – Museo Thyssen Bornemisza
En la primavera de 1817 Franz Schubert escribió su lied "Die Forelle (La trucha)". Compuesta sobre un texto del músico y poeta Christian Friedrich Schubart, la pieza, a pesar de su estructura sencilla, fue una de las obras más trabajadas por el compositor, que realizó numerosas versiones diferentes. "Die Forelle” caló rápidamente en el público vienés y cobró una

En ella, el acompañamiento del piano simboliza el discurrir y balanceo de las aguas, mientras que la línea melódica representa a la inocente y despreocupada trucha que nada en el arroyo. En las dos primeras estrofas, una música similar, de carácter alegre, acompaña el texto, en el que se nos hace una descripción bucólica de la situación. En la estrofa siguiente, la melodía adquiere un tono más agitado y levemente oscuro, mientras se nos cuenta como, a través del engaño y del enturbiamiento de las aguas cristalinas, la trucha es atrapada.
He pensado en traer este lied en dos versiones diferentes. La primera, cantada por la soprano alemana Elisabeth Schwarzkopf, y la segunda por el barítono Dietrich Fischer-Dieskau:
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En un claro arroyuelo,
se precipita alegremente
la trucha juguetona,
que pasa como una flecha.
Yo estaba en la orilla
y en un dulce sosiego
vi el baño del alegre pececito
en el claro arroyuelo.
Un pescador con su caña
se colocó en la orilla,
y miró a sangre fría,
los serpenteos del pececillo.
Mientras el agua siga clara,
y no se enturbie, pensé,
no podrá coger a la trucha
con su anzuelo.
Finalmente el ladrón se cansó
de esperar. El pérfido, enturbió
las aguas del arroyuelo
y antes de que me diera cuenta,
la caña dio tal respingo
que enganchó al pececillo.
Y yo, con la sangre alterada,
miré a la presa engañada.
se precipita alegremente
la trucha juguetona,
que pasa como una flecha.
Yo estaba en la orilla
y en un dulce sosiego
vi el baño del alegre pececito
en el claro arroyuelo.
Un pescador con su caña
se colocó en la orilla,
y miró a sangre fría,
los serpenteos del pececillo.
Mientras el agua siga clara,
y no se enturbie, pensé,
no podrá coger a la trucha
con su anzuelo.
Finalmente el ladrón se cansó
de esperar. El pérfido, enturbió
las aguas del arroyuelo
y antes de que me diera cuenta,
la caña dio tal respingo
que enganchó al pececillo.
Y yo, con la sangre alterada,
miré a la presa engañada.
En 1819, Sylvester Paumgartner, mecenas musical y violoncellista, pidió a

El movimiento se inicia con el tema del lied “Die Forelle” presentado por las cuerdas, entrando luego el piano en la primera variación del tema, sucediéndose hasta cuatro variaciones más.
Aquí podemos escuchar este cuarto movimiento del “Quinteto para piano y cuerdas en La mayor” de Schubert, en la histórica interpretación que llevó a cabo el quinteto de lujo compuesto por Daniel Barenboim (piano), Itzhak Perlman (violín), Pinchas Zukerman (viola), Jacqueline Du Pré (cello) y Zubin Mehta (contrabajo):
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