Una de las propuestas más interesantes dentro de la programación prevista en Les Arts para la temporada 2009-2010, aparte por supuesto de “Les Troyens”, es la primera incursión del coliseo valenciano en el repertorio checo, de la mano de Bedřich Smetana (1824-1884) con su ópera más conocida: “Prodaná Nevesta” (La Novia Vendida).
"La Novia Vendida", estrenada en el Teatro Provisional de Praga el 30 de mayo de 1866, donde fue dirigida por el propio compositor, es la segunda ópera de Bedřich Smetana, tras “Braniboři v Čechách” (Los Brandemburgueses en Bohemia), la primera ópera escrita íntegramente en checo. Como en ésta, el libreto es de Karel Sabina, escritor y periodista checo que fue uno de los principales dirigentes del movimiento revolucionario de ese país en 1849. Sin embargo, mientras “Los Brandemburgueses en Bohemia” era una obra patriótica y seria, “La Novia Vendida” es una comedia ligera y optimista, ambientada en el campesinado checo, con una trama sencilla destinada al puro entretenimiento, reflejo de las esencias del folklore popular. De hecho, el propio Smetana reconoció que escribió esta ópera como reacción a aquellos que le acusaban de ser demasiado wagneriano y no ser capaz de escribir algo más ligero, y procuró que su música tuviese un carácter popular, que “sonase” a checo, dado que la trama reflejaba la vida del pueblo.
Durante los tres años que empleó Smetana en su composición, la obra, concebida inicialmente como una opereta, sufrió hasta cuatro revisiones y ampliaciones diferentes hasta adoptar su actual configuración.
Quizás sus fragmentos más conocidos sean las danzas y, sobre todo, su brillante y trepidante Obertura, que fue compuesta bastante tiempo antes que el resto de la obra y suele ser pieza habitual de conciertos sinfónicos. En ella no aparecen leitmotivs referidos a personajes o situaciones concretas que luego se repitan, sino que tan sólo se escucharán posteriormente referencias melódicas a este inicio en algunas intervenciones aisladas del Coro, pero, pese a ello, marca de forma inequívoca el espíritu de la obra y posiciona el estado de ánimo del espectador. De ahí que, en ese sentido, se la haya comparado con la Obertura de “Le Nozze di Figaro” de Mozart.
Seguidamente podemos escuchar la Obertura de “La Novia Vendida” en la interpretación de la Berliner Philharmoniker dirigida por Mariss Jansons:
video de MahaKrisna
La historia se desarrolla en un pueblo de Bohemia durante el siglo XIX. Narra, en tono jocoso, las peripecias de la ingenua y alegre campesina Marenka, quien sufre por haber sido prometida en matrimonio con Vasek, al que no conoce, el hijo medio estúpido y tartamudo de Micha, un hombre rico, mientras que ella ama a Jenik, un honesto y pobre joven aldeano. Jenik, es en realidad también hijo de un primer matrimonio de Micha, pero huyó de casa por desavenencias con su madrastra. Ante la propuesta del casamentero para que renuncie a Marenka, Jenik aparenta aceptar la situación a cambio de un pago de 300 florines, con la condición de que Marenka sólo pueda casarse con un hijo de Micha. Marenka se siente traicionada por su amado Jenik y sus amigos piensan que ella ha sido vendida, pero al final la verdad y el amor resplandecerán.
Los personajes están bien definidos dentro del espíritu desenfadado de la historia, adquiriendo una especial relevancia, además de la pareja protagonista, el casamentero Kezal y el bobalicón Vasek, auténticos conductores de la comicidad en la obra.
Desde su estreno, la obra se ha venido representando regularmente en la República Checa, donde siempre ha gozado de gran popularidad y sus habitantes la consideran parte esencial de su cultura nacional.
Es la única de las óperas de Smetana que ha traspasado sus fronteras de origen para formar parte del repertorio de los teatros internacionales. La primera vez que se representó fuera de su tierra natal fue en 1871, en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, no volviendo a exportarse hasta 1892, cuando llegó a Viena y comenzó realmente su reconocimiento por el público y críticos internacionales, aunque representándose en idioma alemán. En 1894 Gustav Mahler introdujo la obra en Alemania. Tras el nombramiento de Mahler como director de la Staatsoper de Viena, “La Novia Vendida” pasó a formar parte del repertorio habitual de la compañía. De nuevo sería Mahler quien la introduce con éxito en Estados Unidos, en 1909, al ser nombrado director del antiguo Metropolitan de Nueva York. Cuentan las cónicas que, el día del estreno, Mahler ordenó interpretar la Obertura entre los actos I y II para que pudiese ser escuchada por los rezagados. A España no llegaría hasta 1924, cuando se estrenó en el Liceu de Barcelona.
Seguidamente podemos escuchar a la eslovaca Lucia Popp interpretar el aria del acto III "Ten lásky sen" (mi sueño de amor), en la que canta lamentándose por la traición de su amado y pensando lo feliz que hubiese sido su vida junto a él:
video de Glenmed
Ahora se anuncia que llegará a Valencia en abril, en una producción de The Grand Theatre & Opera House de Leeds, con dirección escénica de Daniel Slater, de quien ya hemos visto en Valencia sus montajes de “Esponsales en el Monasterio” y “L’Arbore di Diana”, y musical de Tomáš Netopil. En principio nada bueno augura que se haya elegido para la presentación en Valencia de la ópera al director checo Tomáš Netopil (alias “sosopil”), especialista en aburrir auditorios. Esperemos que al ser una obra de su tierra le entre la vena patriótica, y la morriña le insufle un poco de espíritu a su dirección musical.
En cuanto a los intérpretes, los previstos para los principales papeles, hasta que Helga se saque a la Voulgaridou de la manga, son: la eslovena Sabina Cvilak como Marenka, el checo Aleš Briscein como Jenik, el veterano bajo ruso Vladímir Matorín como Kezal, y Vicenç Esteve como Vanek.
Acabo con el bonito dúo entre Jenik y Marenka “Verne Milovani”, de la escena II del acto I, en este caso interpretado por el tenor checo Peter Dvorský (ojito al peinado setentero) y la soprano eslovaca Gabriela Beňačková, mientras se dicen: “Nuestro amor no será destruido por ninguna presión. Hemos jurado y prometido que seremos fieles el uno para el otro”. Ahí es ná:
video de Scarpios
"La Novia Vendida", estrenada en el Teatro Provisional de Praga el 30 de mayo de 1866, donde fue dirigida por el propio compositor, es la segunda ópera de Bedřich Smetana, tras “Braniboři v Čechách” (Los Brandemburgueses en Bohemia), la primera ópera escrita íntegramente en checo. Como en ésta, el libreto es de Karel Sabina, escritor y periodista checo que fue uno de los principales dirigentes del movimiento revolucionario de ese país en 1849. Sin embargo, mientras “Los Brandemburgueses en Bohemia” era una obra patriótica y seria, “La Novia Vendida” es una comedia ligera y optimista, ambientada en el campesinado checo, con una trama sencilla destinada al puro entretenimiento, reflejo de las esencias del folklore popular. De hecho, el propio Smetana reconoció que escribió esta ópera como reacción a aquellos que le acusaban de ser demasiado wagneriano y no ser capaz de escribir algo más ligero, y procuró que su música tuviese un carácter popular, que “sonase” a checo, dado que la trama reflejaba la vida del pueblo.
Durante los tres años que empleó Smetana en su composición, la obra, concebida inicialmente como una opereta, sufrió hasta cuatro revisiones y ampliaciones diferentes hasta adoptar su actual configuración.
Quizás sus fragmentos más conocidos sean las danzas y, sobre todo, su brillante y trepidante Obertura, que fue compuesta bastante tiempo antes que el resto de la obra y suele ser pieza habitual de conciertos sinfónicos. En ella no aparecen leitmotivs referidos a personajes o situaciones concretas que luego se repitan, sino que tan sólo se escucharán posteriormente referencias melódicas a este inicio en algunas intervenciones aisladas del Coro, pero, pese a ello, marca de forma inequívoca el espíritu de la obra y posiciona el estado de ánimo del espectador. De ahí que, en ese sentido, se la haya comparado con la Obertura de “Le Nozze di Figaro” de Mozart.
Seguidamente podemos escuchar la Obertura de “La Novia Vendida” en la interpretación de la Berliner Philharmoniker dirigida por Mariss Jansons:
video de MahaKrisna
La historia se desarrolla en un pueblo de Bohemia durante el siglo XIX. Narra, en tono jocoso, las peripecias de la ingenua y alegre campesina Marenka, quien sufre por haber sido prometida en matrimonio con Vasek, al que no conoce, el hijo medio estúpido y tartamudo de Micha, un hombre rico, mientras que ella ama a Jenik, un honesto y pobre joven aldeano. Jenik, es en realidad también hijo de un primer matrimonio de Micha, pero huyó de casa por desavenencias con su madrastra. Ante la propuesta del casamentero para que renuncie a Marenka, Jenik aparenta aceptar la situación a cambio de un pago de 300 florines, con la condición de que Marenka sólo pueda casarse con un hijo de Micha. Marenka se siente traicionada por su amado Jenik y sus amigos piensan que ella ha sido vendida, pero al final la verdad y el amor resplandecerán.
Los personajes están bien definidos dentro del espíritu desenfadado de la historia, adquiriendo una especial relevancia, además de la pareja protagonista, el casamentero Kezal y el bobalicón Vasek, auténticos conductores de la comicidad en la obra.
Desde su estreno, la obra se ha venido representando regularmente en la República Checa, donde siempre ha gozado de gran popularidad y sus habitantes la consideran parte esencial de su cultura nacional.
Es la única de las óperas de Smetana que ha traspasado sus fronteras de origen para formar parte del repertorio de los teatros internacionales. La primera vez que se representó fuera de su tierra natal fue en 1871, en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, no volviendo a exportarse hasta 1892, cuando llegó a Viena y comenzó realmente su reconocimiento por el público y críticos internacionales, aunque representándose en idioma alemán. En 1894 Gustav Mahler introdujo la obra en Alemania. Tras el nombramiento de Mahler como director de la Staatsoper de Viena, “La Novia Vendida” pasó a formar parte del repertorio habitual de la compañía. De nuevo sería Mahler quien la introduce con éxito en Estados Unidos, en 1909, al ser nombrado director del antiguo Metropolitan de Nueva York. Cuentan las cónicas que, el día del estreno, Mahler ordenó interpretar la Obertura entre los actos I y II para que pudiese ser escuchada por los rezagados. A España no llegaría hasta 1924, cuando se estrenó en el Liceu de Barcelona.
Seguidamente podemos escuchar a la eslovaca Lucia Popp interpretar el aria del acto III "Ten lásky sen" (mi sueño de amor), en la que canta lamentándose por la traición de su amado y pensando lo feliz que hubiese sido su vida junto a él:
video de Glenmed
Ahora se anuncia que llegará a Valencia en abril, en una producción de The Grand Theatre & Opera House de Leeds, con dirección escénica de Daniel Slater, de quien ya hemos visto en Valencia sus montajes de “Esponsales en el Monasterio” y “L’Arbore di Diana”, y musical de Tomáš Netopil. En principio nada bueno augura que se haya elegido para la presentación en Valencia de la ópera al director checo Tomáš Netopil (alias “sosopil”), especialista en aburrir auditorios. Esperemos que al ser una obra de su tierra le entre la vena patriótica, y la morriña le insufle un poco de espíritu a su dirección musical.
En cuanto a los intérpretes, los previstos para los principales papeles, hasta que Helga se saque a la Voulgaridou de la manga, son: la eslovena Sabina Cvilak como Marenka, el checo Aleš Briscein como Jenik, el veterano bajo ruso Vladímir Matorín como Kezal, y Vicenç Esteve como Vanek.
Acabo con el bonito dúo entre Jenik y Marenka “Verne Milovani”, de la escena II del acto I, en este caso interpretado por el tenor checo Peter Dvorský (ojito al peinado setentero) y la soprano eslovaca Gabriela Beňačková, mientras se dicen: “Nuestro amor no será destruido por ninguna presión. Hemos jurado y prometido que seremos fieles el uno para el otro”. Ahí es ná:
video de Scarpios
Yo paso de ver otra función de ópera dirigida por el impresentable del Netopil. Ya se cargó hace años en Sevilla "La Zorrita Astuta" y no estoy dispuesto a repetir la experiencia.
ResponderEliminar¿Qué secreto acuerdo tendrá este tipo con la Jelga para que lo invite todos los años?
Yo tengo morbosa curiosidad. Desde luego no me vendría desde la Sierra del Segura a escuchar a Smetana y menos con Netopil zarandeando la batuta.
ResponderEliminarSi me dices que también destrozó a Janacek, me matas mis ínfimas esperanzas de que, al ser paisano el autor, lo haría mejor sosopil.
El acuerdo con Frau Kommandant supongo que será el mismo que tiene ésta con Voulgaridou.
Pertenecerán a la misma Hermandad secreta.
Yo creo que la visita anual de Netopil entra dentro del acuerdo que debe tener Helga con el Teatro Nacional de Praga, del que es director titular. El mismo acuerdo que nos trajo la producción de La Bella y la Bestia y una especie de musical raro que se llamaba Well-Paid Walk y al que yo no asistí.
ResponderEliminarEs una lástima que no pueda volver Dmitri Jurowski, que dirigió hace años los Esponsales en el monasterio bastante bien (con la producción de Glyndebourne firmada por Daniel Slater que estrenó allí su hermano Vladimir Jurowski) y tiene la obra de Smetana en repertorio.
Ah, pues ahí está la clave, sin duda.
ResponderEliminarUno se siente impotente al ver la cantidad de espectáculos que se van a la mierda -en nuestro país y supongo que en el resto del mundo- por culpa de ciertos "acuerdos inconfesables" con agencias y demás que obligan a imponer a batuteros horrorosos y a cantantes mediocres.
De eso en el Villamarta de Jerez saben mucho. Y en el Maestranza también. ¡Y no digamos en el Real! Está claro que el Les Arts no se libra. En fin...
La obrita es una delicia y no digo que no tenga derecho a programarse en nuestro país, pero no me digáis que no hay operones del repertorio checo muchísimo más interesantes que la esta.
ResponderEliminarPues debes tener razón, Titus, pero los acuerdos con Praga podrían traer algo menos malo que Netopil.
ResponderEliminarJurowski habría sido una excelente alternativa al aburreovejas.
Totalmente de acuerdo, Joaquim, muchísimo mejor hubiera sido Janacek (o Korngold si le incluímos como checo), pero quizás le haya parecido una apuesta demasiado arriesgada a Schmidt. Y si en el acuerdo era inevitable Netopil, prefiero que destroce a Smetana.
He comprado una entrada, y luego he descubierto el blog y vuestros comentarios. Too late...
ResponderEliminarTan malo es Netopil?
He de regalarla a algún enemigo?
Netopil es un auténtico "sosoman", se caracteriza por una dirección orquestal plana y aburrida, sin ningún tipo de matiz musical que ponga de relieve los aspectos más líricos, heroicos o dramáticos de las partituras. Es como un organillo al que le dieras vuelta a la palanca y te va tocando las notas.
ResponderEliminarDicho eso, te aconsejo que no te deshagas de la entrada, ni mucho menos. La obra de Smetana es musicalmente muy agradable y seguro que te hace pasar un buen rato.
Gracias por tu comentario y por visitar el blog.